El Grand Prix del verano ha comenzado su andadura un año más en La 1, convirtiéndose de nuevo en uno de los grandes reclamos de la parrilla estival de RTVE. Aunque el espacio presentado por Ramón García puede presumir de ser una de los más blancos y familiares de la televisión de nuestro país, lo cierto es que el estreno de esta nueva temporada no ha estado exenta de polémica: la inesperada salida de Cristinini, sin explicaciones ni motivos (ni siquiera a ella le explicaron la razón de su no-renovación) para colocar a la nueva estrella de la era José Pablo López, Lalachús, y un nuevo rostro en la cabina, Ángela Fernández, no ha terminado de convencer a los seguidores del espacio que cada semana piden el regreso de la youtuber a través de las redes sociales.

Sin embargo esta no ha sido la única polémica en la que se ha visto envuelto el programa en las últimas semanas: unas palabras del presentador han levantado ampollas entre los espectadores de Castilla y León, concretamente en la provincia de Salamanca,.Ocurrió en el programa del pasado lunes, 28 de julio, en el que se enfrentaban los municipios de Herencia (Ciudad Real) y Peñaranda de Bracamonte (Salamanca).

Al comienzo del programa, Ramón García presentó el encuentro como «un duelo de las dos Castillas», coletilla que utilizó en reiteradas ocasiones durante el programa. Un desliz que no tardó en revolucionar las redes sociales entre los más regionalistas, llegando incluso de forma formal a la Defensora de la Audiencia, Rosa María Molló, a través de una carta de un espectador que señalaba que «esta afirmación es históricamente inexacta, ya que Peñaranda de Bracamonte se encuentra en la provincia de Salamanca, perteneciente a la región leonesa, y no a Castilla».

La respuesta por parte de Molló no ha tardado en llegar, calificando lo ocurrido como «un grave error» que ha sido trasladado al área de Entretenimiento de la cadena, responsable del programa, pidiendo extremar la vigilancia en el uso de términos geográficos en contenido públicos, especialmente en programas como el Grand Prix, seguidos por jóvenes y niños.

Aunque no se puede realizar una corrección en pantalla, pues el programa ya ha sido emitido y grabado, se retirarán esos fragmentos en los que Ramón García pronuncia esas palabras, buscando «mitigar el impacto de la polémica»: «Se trata de errores que pueden parecer menores, pero que tienen un gran calado y repercuten seriamente en la credibilidad de RTVE. Aunque a veces son puntuales, en ocasiones se repiten de manera preocupante, como en el caso que nos ocupa», dice Molló en un comunicado.

Pese a ser un programa de entretenimiento puro y duro, «no debe estar reñido con el rigor cultural y territorial».