afp_tickers

Este contenido fue publicado en

08 diciembre 2025 – 07:34

Tailandia lanzó este lunes ataques aéreos contra su vecino Camboya mientras ambos países se culpaban del nuevo estallido de combates en la frontera, que provocó la muerte de un soldado tailandés.

«El ejército recibió informes de que los soldados tailandeses fueron atacados con armas de fuego [de las fuerzas camboyanas], resultando en un soldado muerto y cuatro heridos», indicó en un comunicado Winthai Suvaree, portavoz del ejército tailandés.

Posteriormente agregó que Tailandia comenzó a «utilizar aviones para atacar objetivos militares en varias áreas» para repeler las acciones de las fuerzas camboyanas.

«Los ataques son de gran precisión y apuntan únicamente a objetivos militares a lo largo de la línea fronteriza, sin impactar a civiles», aseguró Suvaree.

La portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata, informó que las fuerzas tailandesas lanzaron un ataque contra las tropas camboyanas el lunes en las provincias fronterizas de Preah Vihear y Oddar Meanchey. 

Aseguró además que las fuerzas de Phnom Penh no respondieron.

Por su parte, un portavoz de la administración provincial de Oddar Meanchey afirmó que se habían oído disparos cerca de los antiguos templos camboyanos de Ta Moeun y Ta Krabei, y que «numerosos habitantes de las zonas cercanas a la frontera están huyendo».

«A todas las fuerzas en el frente, por favor tengan paciencia», pidió el presidente del Senado de Camboya y exprimer ministro, Hun Sen, al señalar que no deben responder a las acciones de Tailandia.

A su vez, un soldado camboyano en Preah Vihear afirmó el lunes que Tailandia había disparado proyectiles a Camboya. El soldado no reveló su nombre por no estar autorizado a hablar con la prensa.

Unas 35.000 personas fueron evacuadas de las áreas tailandesas fronterizas con Camboya, indicó el ejército tailandés tras el intercambio de acusaciones de ataques.

Ambas partes informaron de breves enfrentamientos el domingo, y el ejército tailandés aseguró que dos de sus soldados resultaron heridos ese día.

– Acuerdo suspendido –

La tailandesa Tannarat Woratham, de 59 años, abandonó el domingo su casa a pocos kilómetros de la frontera tras el estallido de enfrentamientos, y permanece albergada en un templo en la ciudad de Surin.

«La aldea nos pidió evacuar y, dado lo que ocurrió en julio, acaté inmediatamente», declaró.

Se refería a los enfrentamientos de julio, que duraron cinco días y en los que murieron 43 personas y hubo alrededor de 300.000 desplazados, antes de que entrara en vigor un alto el fuego.

El cese de las hostilidades se alcanzó entonces con la mediación de Estados Unidos, China y Malasia, este último país en calidad de presidente de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

En octubre, durante la cumbre de la ASEAN en Malasia, el presidente estadounidense Donald Trump firmó una declaración conjunta entre Tailandia y Camboya, en la que ambos países se comprometieron a prorrogar la tregua a cambio de la oferta de acuerdos comerciales con Washington.

Pero Tailandia suspendió el acuerdo en noviembre tras el supuesto estallido de una mina terrestre que hirió a varios de sus soldados.

Las dos partes intercambiaron entonces acusaciones de ataques fronterizos, en los que según Camboya murió un civil.

La disputa se centra en un desacuerdo centenario sobre las fronteras trazadas durante el dominio colonial francés en la región. Ambos países reclaman la soberanía sobre varios templos antiguos en la zona limítrofe.

burs-sco/mas/pc