El conseller de Agricultura de la Generalitat de Catalunya, Òscar Ordeig, ha afirmado que el brote de peste porcina iniciado hace diez días “está contenido” porque no se han encontrado nuevos positivos fuera del foco inicial de la crisis (el radio de seis kilómetros del parque natural de Collserola, en Barcelona, donde se han hallado trece jabalíes muertos con el virus).
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“Vamos por el buen camino”, ha manifestado Ordeig en la rueda de prensa diaria para informar de la crisis que realiza la Generalitat, aunque ha pedido no bajar la guardia frente a esta enfermedad animal, que no se transmite a los humanos. “No podemos dar pasos en falso”, ha insistido.
El brote de peste porcina sigue controlado en la zona del foco de infección, un área de seis kilómetros en la que se han encontrado unos cien jabalíes muertos, de los que solo trece han dado positivo. La contención del brote ha permitido que no se extienda a las explotaciones agrícolas y tiene efectos positivos en la economía de Catalunya, que es una de las principales granjas de cerdos de Europa.
El mercado catalán de porcino está especialmente orientado a las exportaciones, que se han doblado en una década. Por países, los principales destinos de la carne de cerdo desde Catalunya son China (19%), Italia (18%), Francia (17%) y Japón, seguidos de Polonia (8%), República Checa (7%), Rumanía (6%) y Corea del Sur (5%).
El control de la situación, ha explicado Ordeig, permitirá “reabrir mercados paulatinamente” después del cierre de exportaciones decretado por varios países al inicio de la crisis. Ordeig ha detallado que Corea del Sur será el siguiente mercado en reabrir. Al país asiático se podrán volver a exportar cerdos de fuera del radio de 20 kilómetros de la zona afectada.
Los próximos países con los que la Generalitat trabaja para poder volver a exportar son Filipinas y Japón, ha agregado Ordeig. “Tenemos que dar certezas a las empresas exportadoras para recuperar la normalidad en base al trabajo bien hecho”, ha aseverado.
El criterio para volver a exportar que defiende el Govern, ha detallado el conseller, es el de no vender cerdos que se críen en un área de 20 kilómetros alrededor del foco, aunque algunos países como China han ampliado este perímetro a toda la provincia de Barcelona.
Ordeig se ha mostrado optimista de cara a la recuperación comercial con el exterior, toda vez que no se ha detectado la presencia de la enfermedad en ninguna de las 56 granjas situadas en este radio de veinte kilómetros. Los primeros cerdos de los 36.500 que se crían sanos en estas granjas serán sacrificados esta semana para su consumo en el mercado porcino interior.
El conseller también ha detallado que esta semana comenzará la auditoría en el laboratorio público catalán IRTA-CReSA, que trabaja con el virus en un centro ubicado en Collserola y del que se sospecha como posible origen del brote.
Un comité científico integrado por seis expertos en peste porcina africana y en bioseguridad, y coordinado logísticamente por el IRTA-CReSA, realizará la auditoría. “Pido prudencia y dejar trabar a los científicos”, ha reclamado el conseller.
El comité tendrá como coordinadora científica a Laura Pérez, jefa del área animal y seguridad biológica del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), y estará integrado por Gorka Aduriz, jefe del área de sanidad animal del centro vasco NEIKER-BRTA; Massimo Palmarini (director del departamento de biología del Erasmus MC de Rotterdam (Países Bajos); Gonzalo Pascual, responsable de seguridad biológica del Instituto de Salud Carlos III de Madrid; Xavier Abad, jefe de la unidad de alta contención del IRTA-CReSA; y Diana Ramírez, jefa de la plataforma de infraestructuras de producción animal y presidenta del comité ético de experimentación animal del IRTA.
Peinada la zona de alto riesgo de infección de peste, un perímetro fijado por la administración con un radio de seis kilómetros en torno al foco de la enfermedad, los efectivos que trabajan en la búsqueda de jabalíes y en cerrar posibles salidas de animales, han comenzado ya a trabajar en el área denominada de bajo riesgo de infección, con un radio de 20 kilómetros.
Esos trabajos los hace un dispositivo integrado por unos mil efectivos, ha precisado, que son funcionarios de la Dirección General de Bosques de la Generalitat, Agents Rurals, policías locales, Mossos, Guardia Civil, unidades caninas de Madrid, Vall d’Aran y Andorra, Protección Civil, Cruz Roja, Sistema de Emergencias Médicas (SEM), UME, voluntarios y bomberos de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
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Ordeig ha agradecido a los ciudadanos del área metropolitana de Barcelona que hayan respetado de forma masiva este puente la prohibición de entrar en el medio natural en 91 municipios de la provincia de Barcelona para impedir la propagación del virus de la peste porcina.