El estradense Manuel García es uno de esos profesionales que es capaz de moverse entre varias disciplinas que, hasta hace poco, parecían mundos separados. Comenzó con la ingeniería de diseño industrial, donde trabajó en la automoción, y hace poco dio el salto al CGI (Computer Generated Imagery) y, ahora, a la inteligencia artificial.

Su trayectoria lo llevó desde A Estrada a Barcelona, donde llegó a trabajar con empresas del calibre de Seat y Cupra, que finalmente le abrieron las puertas a mayores clientes en otros sectores y al mercado estadounidense.

—Inició su carrera en Barcelona en el sector automovilístico trabajando para el grupo EDAG, en proyectos de SEAT y Cupra. ¿En qué consistió su labor inicial y qué le permitió aprender sobre esos procesos de diseño?

Empecé en Rücker Lypsa como becario, trabajando en proyectos, manteniendo una relación estrecha con SEAT y Cupra. La automoción es un círculo bastante específico dentro del diseño. Inicialmente, comencé con temas de conceptualización, que es lo que la gente entiende por diseñar: papel y bolígrafo, haciendo dibujos y propuestas. Estas propuestas pasan un filtro superior que selecciona cuáles tienen potencial y cuáles no. Una vez refinadas, se salta al modelado 3D y al renderizado, que enlaza con el CGI. Lo bueno de empezar como becario es que me permitió experimentar mucho en las diferentes esferas que forman este proceso de diseño automotriz, del boceto hasta la imagen final.

—Después pasó a Unno Bikes, una empresa barcelonesa de motos y bicicletas. ¿Esta transición respondió a una vocación por el mundo del motor o fue más por la demanda?

Realmente fue por demanda. Como diseñador industrial, estás capacitado para diseñar potencialmente cualquier tipo de producto, lo que te abre un abanico muy grande. Hay compañeros a los que les apasiona la automoción, pero en mi caso, es más una cuestión de demanda. Vi que Unno necesitaba un perfil muy centrado en CGI, que era justo el área que a mí me interesaba potenciar. Yo había tenido la oportunidad de explorar muchas áreas del diseño, y al poder focalizarme en modelado 3D y renderizado, dije: «Es por aquí por donde quiero ir».

—Actualmente colabora con empresas importantes en Estados Unidos, y lo hace dentro de un estudio que utiliza inteligencia artificial. ¿En qué consiste exactamente su trabajo?

Es un estudio que utiliza la inteligencia artificial como herramienta fundamental. Empezamos dando formación a empresas interesadas en conocer cómo la IA se podía aplicar a su negocio. Sin embargo, esto fue derivando hacia proyectos de I+D porque nos dimos cuenta de que las empresas, además de formación, tenían problemas que necesitaban resolver. Ahora nosotros diseñamos con ellas como parte de su equipo, al mismo tiempo que les formamos y les explicamos cómo todo este proceso de diseño con IA funciona y cómo puede ayudarles a ser más eficientes, que al final es lo que cualquier empresa busca.

—¿Qué es exactamente, en el contexto de su trabajo, el diseño industrial, el CGI?

El CGI no deja de ser una forma de referirse a una disciplina dentro del diseño, es la creación de imágenes por ordenador. Para que se entienda de forma sencilla, muchas veces, cuando ves un anuncio de un coche o una moto en una revista, esa imagen no es una fotografía real, sino una imagen generada por ordenador. El motivo principal es que a las empresas, en muchas ocasiones, les resulta más económico recrear ese producto por ordenador que contratar a un equipo completo de fotógrafos.

—La gente tiende a asociar mucho el nombre de «CGI» con el mundo audiovisual. ¿Le ha abierto puertas en ese sector?

Sí, por supuesto, ahora tocamos desde diseño de producto hasta proyectos muy variados. De hecho, un porcentaje importante de nuestro trabajo actual es audiovisual, tanto en imagen real como animación. Precisamente porque este sector ve con claridad el potencial que ofrece la IA para ser más eficiente en procesos que tradicionalmente llevarían muchísimo más tiempo dentro de la propia industria.

—¿La irrupción de la inteligencia artificial supuso un cambio profundo en su trabajo?

La verdad es que sí. Las fases del proceso siguen siendo exactamente las mismas, pero sí cambia la velocidad a la que puedes avanzar. La inteligencia artificial optimiza todo, pero es importante dejar claro que la IA no hace el trabajo por ti. Si no tienes conocimientos previos de diseño, no puedes juzgar o mejorar un resultado. Nosotros siempre vemos la IA como una herramienta, nunca como un fin en sí mismo.

—¿Cómo ve el sector en 10 años?

Habrá cambios, pero el diseño siempre necesitará personas detrás. Variará la estructura interna de las empresas, y se demandarán perfiles más específicos.

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