«Para mí, David Bisbal es mi vida, mi amor platónico o no, nunca se sabe porque se puede desenamorar y encontrarme a mí», afirmó Esther en su presentación en First Dates este lunes.

Lidia Santos fue la encargada de darle la bienvenida al restaurante del amor de Cuatro y, tras cogerle el abrigo y el móvil, la invitó a pasar y pedirle una bebida a Matías Roure, el barman del programa.

La valenciana explicó que su amor por el cantante era tal que se había hecho un tatuaje muy especial dedicado al almeriense: «Fui a ver a Bisbal a un concierto y, cuando acabó, bajó y me firmó en el brazo con un rotulador permanente«.

«Me lo dejé, me marché a mi casa sin moverme y sin que nadie me tocara el brazo, me fui a la tatuadora y me lo hice. Tengo su autógrafo tatuado en el brazo de su puño y letra, nada de plantillas», añadió la comensal.

La dater le contó a la camarera que era manipuladora de alimentos, «de helados en verano y de quesos en invierno», y también le confesó que le gustaría ser madre «antes de que se me pase el arroz, pero ningún hombre me va a hacer olvidarme de Bisbal, es imposible».

Su cita fue Josep: «Me suelen llamar la atención las chicas morenas, más bajas que yo, pero, sobre todo, que sean risueñas y alegres. La sonrisa es una de las cosas que más me enamoran, pero Esther no es el tipo de chica que me llama la atención«.

Cuando se sentaron en la mesa, el primer tema de conversación que sacaron fue el de las aficiones, donde Josep le contó que era un apasionado del tenis, deporte que no le gustaba mucho a Esther: «Si tengo que ir a algún partido, pero no es algo que me apasione…», confesó.

La valenciana le contó que le gustaba mucho comer y el soltero señaló que «no es el tipo de mujer que me gusta porque me gustan más parecidas a mí, que sean deportistas y les guste cuidarse».

Tampoco coincidieron en la pasión por el baile de Esther, algo que no le gustaba a Josep: «Es un punto muy negativo para él, no hace falta que hable más, es algo que no me gusta», apuntó la manipuladora de alimentos.

Tras la cena, ambos se marcharon a la terraza para dar rienda a la pasión musical de Esther y su amor por David Bisbal al son de Bulería: «Ir a un concierto con ella sería una experiencia muy divertida e inolvidable», aseguró Josep.

Al final, el alicantino admitió que no tendría una segunda cita con Esther «en plan amoroso porque es el tipo de persona que busco». La valenciana, por su parte, tampoco quiso volver a quedar porque «no compartimos los mismos gustos».