En Nueva York le gusta practicar hot yoga, afición que comparte con su madre, y también suele ir a actuaciones en el Lincoln Center. Su progenitora ha presumido en algunas entrevistas de lo buena esquiadora que es Suri, deporte que practica cada invierno en las pistas de Deer Valley, en Utah, una de las estaciones de esquí más elitistas de Estados Unidos, con pases diarios que pueden llegar a costar hasta 300 euros.

Tom Cruise junto a su hija Suri en una imagen de hace años.

Tom Cruise junto a su hija Suri en una imagen de hace años.

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Nula relación con su padre

La relación de Suri Cruise con su padre es nula. Desde que sus progenitores se separaron, su madre siempre ha querido que la niña se criara en un ambiente relajado y lejos de los flashes y, sobre todo, lejos de la Cienciología que practica Tom Cruise. «Me esfuerzo por darle una infancia como la que yo tuve porque estoy muy agradecida por mi crianza, mis padres y mis hermanos. Intento hacer lo que ellos hicieron por mí ahora por mi pequeña», decía Katie Holmes en el programa Today hace algunos años.

Cuentan que antes de que la niña naciera, el actor compró un ecógrafo casero para ver crecer a su hija desde el útero de Holmes. Su preocupación por la niña fue una constante pero tras el divorcio parece que la pequeña fue alejándose cada vez más de su progenitor. Fuentes cercanas a Katie Holmes explicaban hace un tiempo que Suri no ve a su padre desde hace años. De hecho, la última foto de ellos juntos que se conoce fue tomada en agosto de 2012, cuando él la llevó a un parque de Disney en Florida. “Suri ya no conoce a su padre y no ha pasado tiempo con él en una década”, dijo un informante al Daily Mail en 2023.