Roberto Martínez (Balaguer, 1973) confesó en la pasada Gala Valores, organizada por el Diario SPORT, que el Premio Valores Trayectoria era el primer gran reconocimiento que recibía en casa. La confesión evidencia que los méritos tienen que ver con la distancia. Porque el entrenador catalán es uno de los técnicos españoles más importantes, dueño del mejor promedio de puntos en la historia de Portugal. Con la clasificación para el Mundial 2026 lograda con los lusos superará, con tres presencias, a Vicente del Bosque.

Porque estar en la máxima competición del fútbol es algo extraordinario. Como lo fue el tercer puesto con Bélgica en Rusia 2018, cuando catapultó a la mejor generación que ha tenido Bélgica. Un ejercicio de liderazgo y equilibrio, dos virtudes indispensables en cualquier seleccionador, que le acompañan en otro reto de trascendencia histórica con Portugal, que busca el primer Mundial de su historia.

De nuevo, una selección dorada de jugadores. Un cóctel de juventud, con Vitinha o Joao Neves; y veteranía, con Cristiano, que nunca será un problema para su técnico en el torneo que es la razón de ser de cualquier futbolista, entrenador y aficionado. Vamos, casi de cualquier ser humano. La fortuna y la emoción dictarán sentencia, porque la pasión de ‘Bob’, como en los tiempos de los ‘Three Amigos’ con el Wigan ganador de la inesperada y fantástica FA Cup, se da por descontada.

Pregunta. Va camino de cumplir tres años al frente de la selección de Portugal. ¿Cuánto de luso hay en Roberto Martínez, más allá de su ‘sotaque’ en el habla?

Respuesta. Mucho, y lo digo con orgullo. Porque me gusta empaparme de la cultura portuguesa. Yo creo que formamos parte de una cultura ibérica. Después de trabajar 21 años en el Reino Unido y siete en Bélgica, la verdad es que se hace muy familiar el poder descubrir, o volver a vivir, lo que es la cultura portuguesa, que tiene muchas tradiciones y aspectos que también se encuentran en España.

Estamos en medio de una generación o de un tiempo donde no hay paciencia, donde todo llega a la puerta de casa, donde hay que esperar poco para conseguir los objetivos

Roberto Martínez

— Seleccionador de Portugal

P. Ya que ha sido reconocido en la Gala Valores de SPORT, ¿cuáles son los valores de Roberto Martínez innegociables en el fútbol?

R. Hay muchos. Lo que pasa es que también diría que la clave es intentar ajustarse a los distintos vestuarios. Los valores que se necesitan en la Premier League son distintos de los que se precisan en la selección de Bélgica y también ahora en la de Portugal. Pero sí hay valores generales, más humanos y colectivos, que son muy importantes en la vida en general y se reflejan en el deporte.

La resiliencia diría que probablemente es el más importante, porque no hay nada fácil. Estamos en medio de una generación o de un tiempo donde no hay paciencia, donde todo llega a la puerta de casa, donde hay que esperar poco para conseguir los objetivos. Esa resiliencia de mejorar los procesos, de caerse y volver a levantarse, es muy importante. Después está el respeto colectivo, porque para ganar como equipo hay que tenerlo al máximo nivel, y la calidad humana ayuda muchísimo. Y luego está esa exigencia de querer mejorar todos los días.

P. Hablando de generaciones, ¿estamos ante la mejor generación de futbolistas portugueses de la historia?

R. Eso es muy subjetivo. Yo creo que la mejor generación de la historia es la del 66, porque es la que queda tercera en el Mundial de Inglaterra y eso sí que es objetivo. Los resultados te dan los parámetros de cuál es la generación de oro. Luego todos estamos preparados para dar opiniones. En la actual hay ejemplos increíbles, pero también en el pasado del fútbol portugués todos se acuerdan de momentos de Rui Costa, Luis Figo, João Pinto…

Son muchísimos jugadores y generaciones excelentes. Lo que sí es verdad es que ahora tenemos una mezcla muy bonita: el capitán, Cristiano Ronaldo, debutó el mismo año en el que nació Carlos Forbs (verdugo del Barça en Brujas), el último jugador en llegar. Esa mezcla es fantástica. Lo importante es que el nivel de formación en Portugal es un ejemplo a nivel europeo y mundial. Un país de 10 millones que es capaz de crear estos jugadores… Eso es lo que hay que realzar. Y después, esperar que un día se pueda decir que sí, que esta generación es la mejor.

Que Vitinha y João Neves compartan vestuario con un jugador como Cristiano Ronaldo, que ha ganado tantos Balones de Oro, les ayuda a visualizar el objetivo y a tener la confianza para poder conseguirlo

Roberto Martínez

— Seleccionador de Portugal

P. Siempre se le ha visto muy cercano y sensible con Cristiano Ronaldo. ¿Cómo se logra sacar lo mejor de un jugador con toda la historia que tiene detrás y, a la vez, darle el mejor contexto a los jóvenes?

R. Con él, estamos viendo un ejemplo que se repite en los grandes deportistas de alto nivel con longevidad: se adaptan a lo que es necesario. Vivimos la aparición de Cristiano en 2004 y somos conscients de todo lo que ha hecho en su carrera. Ahora es un jugador muy distinto, que utiliza muy bien su experiencia, sus movimientos, su capacidad de finalización… Hasta el punto de que ha marcado 25 goles en sus últimos 30 partidos con la selección. No hablamos de un futbolista que juega con Portugal por lo que ha hecho, sino de un jugador que es muy importante en los esquemas actuales de su selección. Esa capacidad de adaptarse es esencial para la longevidad de cualquier futbolista.

Roberto Martínez, seleccionador de Portugal, en un momento de la entrevista con SPORT.

Roberto Martínez, seleccionador de Portugal, en un momento de la entrevista con SPORT. / SPORT

P. Cada vez que está en el campo, Cristiano Ronaldo pone en el campo cinco Balones de Oro. ¿Tienen capacidad Vitinha o João Neves para seguir esa tradición con otro galardón?

R. La tienen. Es mucho más fácil estar en un vestuario donde cada día puedes aprender de alguien que ha ganado tantos Balones de Oro: eso ayuda a visualizar el objetivo y a tener la confianza de poder conseguirlo. Vitinha es ahora uno de los mejores centrocampistas de Europa. João Neves, en su capacidad de recuperación de balón y en su perfil tan específico, ya es uno de los mejores de Europa y tiene muchísimo recorrido. Y también jugadores como Nuno Mendes, que para mí es uno de los más completos del fútbol actual en su perfil, por lo que hace con balón y sin balón. Los mimbres están ahí, y la mentalidad también: hay un contagio muy claro dentro del vestuario.

P. Usted que conoces las dos realidades, la de los clubes y las selecciones. ¿Cómo se gestiona la alta carga de minutos de los jugadores de élite?

R. Podríamos hablar horas de ese aspecto. Creo que hay un poco de hipocresía cuando se habla de la sobrecarga y no se da una solución. Al jugador lo que le gusta es jugar: no creo que haya sobrecarga de partidos. Lo que sí es verdad es que el cuerpo necesita descansar. Tendría que haber un periodo mínimo de tres o cuatro semanas en el que, oficialmente, no pudiera jugar ningún futbolista.

Tal como está el calendario internacional y doméstico, eso se tiene que discutir y arreglar, porque ahora mismo no hay descanso y eso es muy peligroso. Tampoco veremos el mismo nivel de calidad para los aficionados si no existe ese descanso. El futbolista quiere jugar y no entrenar. Si tiene que elegir, prefiere jugar más partidos y entrenar menos sesiones de alta intensidad. Pero el calendario necesita estructura: esas tres o cuatro semanas tendrían que estar marcadas por las instituciones más altas para que el futbolista pueda regenerar y mejorar.

No hay sobrecarga de partidos, lo que se necesita es un descanso efectivo y reglado, porque ahora mismo no existe y es muy peligroso, tanto para ellos como para los futbolistas, que siempre quieren jugar

Roberto Martínez

— Seleccionador de Portugal

P. Tan importante es ganar como visualizar que un equipo o una selección puede hacerlo. ¿Cómo ha conseguido usted inocular este carácter a Portugal?

R. Es más fácil gestionar las victorias que las derrotas. Y en el fútbol los objetivos siempre son los mismos: crear un ambiente competitivo. En la selección ayuda mucho que hay muchos jugadores que pueden ganar partidos para el país. Después hay que crear un entorno de alto rendimiento, con valores y aspectos profesionales importantes.

A partir de ahí, se trata de disfrutar de las expectativas, pero también de ser racionales. Para Portugal, ganar un Mundial sería un sueño… pero nunca se ha hecho antes. Es algo muy difícil. Tenemos el espíritu de Eusebio, lo que se logró en el 66, esa tercera posición, y ahora celebramos su Balón de Oro del 65. Seis décadas muy especiales. Tenemos estímulo, ambición y sueño. También la racionalidad de saber que el camino va a ser muy difícil. Pero eso no nos va a impedir dar todo lo que tenemos.

P. ¿Le ha reforzado la reciente conquista de la Nations League?

R. Mucho, porque no es solo ganar: es cómo se consiguió. El de la Nations League es un formato muy exigente. Siempre he creído mucho en esta competición. Creo que en el futuro se le dará mucho más valor porque es la competición con mayor número de partidos: son 10. El Mundial ahora va a tener ocho; hasta ahora tenía siete. Además, se juega a lo largo del año, con cinco parones internacionales que aumentan la dificultad en forma constancia, momentos de forma, lesiones.

Después, está ese cara a cara de cuartos, que es una novedad muy acertada. Para Portugal, primera bicampeona en la historia del torneo, fue muy importante ganar en semifinales a Alemania allá, en Múnich, algo que no ocurría en 25 años. Refuerza mucho el aspecto mental. Y luego, poder vencer a España en la final… eso da un plus de confianza, pero también nos hace muy conscientes de que los detalles entre ganar y perder a este nivel son mínimos.

El de la Nations League es un formato muy exigente. Siempre he creído mucho en esta competición y se le dará mucho más valor con el paso del tiempo. Para Portugal fue un refuerzo de confianza

Roberto Martínez

— Seleccionador de Portugal

P. Destaca positivamente el formato de la Nations, ¿qué le parece el formato de, por primera vez, 48 selecciones que habrá en el Mundial 2026?

R. Tiene sentido. Hay selecciones para las que participar en un Mundial es un antes y un después. Ampliar el número logra esto. Lo único es que, con tantos equipos, habría que ajustar y buscar una fórmula que premie más a quienes acaban primeros en la fase de grupos. Por ejemplo, que el golaveraje cuente más, que todos los partidos sean más competitivos. Algo similar al nuevo formato de la Champions League. Y después creo que Estados Unidos, México y Canadá serán grandes anfitriones, como vimos ya en el Mundial de Clubes. Van a promover un espectáculo que ensalce todo el talento de los mejores jugadores del mundo.

P. Una última directa: ¿Portugal es favorita para ser campeona?

R. No. Los objetivos son ser muy conscientes de que queremos mejorar en todos los partidos. Si nosotros podemos gestionar, como hicimos en la Nations, la competitividad que tenemos dentro del vestuario, tenemos que exigirnos el máximo nivel. Llegar o no a una final de un Mundial es un camino difícil, complejo, con muchas vertientes. Pero hay que estar preparado para todo y ser un equipo que no tenga miedo a soñar.