¡Qué extraña sensación produce ver Ciudad de sombras! Por una parte, da gusto disfrutar de una buena serie policiaca, bien ambientada e interpretada y con personajes tridimensionales y carismáticos. Por otra, da una tristeza infinita saber que es la obra póstuma de Verónica Echegui, actriz cuya luz se extinguió recientemente a los 42 años de manera muy sorprendente para la mayoría del público y de su propio entorno profesional por la forma tan discreta en la que decidió vivir sus últimos meses.
Se trata de una serie de seis episodios que transcurren en el corazón de la Barcelona modernista con especial relevancia de las obras de Gaudí, que se integran con una doble finalidad: estética y de denuncia puesto que vemos la transformación de la ciudad, especialmente tras los Juegos Olímpicos de 1992 y la reconfiguración de los espacios para transformarlos en algo muy diferente y mucho más encaminado a satisfacer al turismo.
Ha sido dirigida por Jorge Torregrosa, artífice del true crime El cuerpo en llamas que fue un bombazo para la plataforma y coescrita por Clara Esparrach y Carlos López en base a la novela de Aro Sáinz de la Maza. titulada El verdugo de Gaudí (El asesino de la Pedrera), origen de su tetralogía sobre el investigador Milo Malart a quien da vida Isak Férriz en la ficción. Cuenta además en su reparto con unos solventes Manolo Solo, Ana Wagener o Ágata Roca, entre otros, además de la colaboración especial de María Adánez. ¡Mucha calidad!
La sombra de Gaudí
En la fachada del emblemático edificio de La Pedrera de Gaudí aparece colgado un cuerpo en llamas a pocos días de la consagración de la Sagrada Familia por parte del papa.
Los investigadores del caso no tienen de dónde tirar porque el asesino ha hecho un trabajo profesional eliminando todo rastro que pueda identificarlo como autor. En este contexto entra en escena el inspector Milo Malart, que había sido apartado del servicio por un expediente disciplinario y decide poner toda la carne en el asador para esclarecer el caso..
Eso sí, tendrá que trabajar codo con codo con una compañera experta en Psicología, Rebeca Garrido, en quien no quiere confiar por considerarla una especie de figura controladora.
Las cosas se complican cuando nuevas víctimas aparecen con el mismo modus operandi. Todo apunta a un asesino en serie cuyo plan de venganza no ha hecho más que ponerse en marcha.
Paralelamente, un periodista entrometido y muy bien informado empezará a convertirse en el invitado estrella del principal programa de sucesos de la televisión. El trabajo de los mossos d’esquadra se centrará en evitar el pánico colectivo en el gran evento que se avecina.
Ciudad de sombras combina muy bien su trama policiaca con una denuncia social muy bien cimentada en los propios motivos de los crímenes y en una serie de imágenes documentales que se van intercalando en el metraje.
Como muchas otras obras del género sufre de cierta «americanización» puntual y, tal y como nos pasó viendo Terra Alta sorprende que no haya un solo personaje que diga una palabra en catalán, estando ambientada en la Barcelona de 2010 aproximadamente.
Por lo demás, las localizaciones de rodaje son esenciales para la trama y nos permiten introducirnos en algunos de los lugares creados por Gaudí que dotaron de una identidad a la ciudad que después se ha ido desvirtuando por la gentrificación y el turismo masivo. En ese sentido es una verdadera gozada y permitirá que la audiencia se deleite con la belleza intrínseca y la simbología de obras arquitectónicas fascinantes. Hay además un buen trabajo de fotografía y ambientación (con especial atención a los claroscuros y los planos nocturnos) y el guión se molesta en desarrollar unos personajes que tratan de salirse de sus estereotipos.
¿Y ahora qué? Bueno, que los espectadores no se sientan huérfanos… al menos, no del todo. El personaje interpretado por Verónica Echegui fue creado ex profeso para la serie y su arco narrativo queda cerrado. Si vuelve (algo muy improbable), tendrá que ser encarnado por otra actriz y seguramente no tendría mucho sentido. Está resuelto todo con elegancia y con una dedicatoria, tras cada episodio, a una actriz que vivirá siempre en nuestras retinas.
Para ávidos lectores que hayan podido quedarse prendados de este universo y quieran seguir explorando al personaje principal, hay tres novelas posteriores de las que pueden ir disfrutando mientras que la serie aguarda la más que posible renovación: El ángulo muerto (2016), Dócil (2020) y Malart (2023). Por parte de quien escribe estas líneas, estaré esperando esa luz verde con ilusión.
Valoración
Nota 78
Notable thriller policiaco en el que la Barcelona modernista de Gaudí es mucho más que un telón de fondo. Adictiva, bien resuelta y habitada por personajes creíbles.
Lo mejor
La trama, las interpretaciones, el ritmo… Calidad en todos los sentidos.
Lo peor
Algo que lógicamente no es culpa de la serie: que sea la última vez que veremos a Echegui en pantalla.