Las patronales CEOE y Cepyme han propuesto subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 1,5% el año que viene. Una cifra que los empresarios consideran razonable dado que, según sus cálculos, el SMI ya estaría por encima del 60% del sueldo medio del país (la referencia que persigue el Ministerio de Trabajo). Así lo han comunicado las organizaciones empresariales tras celebrar un Comité Ejecutivo extraordinario este martes en el que se ha fijado este planteamiento. La oferta ha sido recibida con escepticismo por parte del Ministerio de Trabajo, que la ve poco rigurosa y especulativa.
Con la propuesta de los empresarios, el salario mínimo se situaría en 16.824 euros brutos anuales en 2026. Es decir, la retribución más baja que se puede pagar por ley ascendería a 1.202 euros brutos al mes en 14 pagas y a jornada completa. 17,7 euros más por cada mensualidad que en 2025 (248 euros más al año).
La oferta que ha lanzado el sector empresarial quedaría por debajo de la inflación esperada para 2025 (en torno a un 2,7% en promedio) por lo que esta renta perdería poder adquisitivo si finalmente viese la luz. En esa misma línea, la subida que han planteado los empresarios está por debajo de la que pusieron sobre la mesa el año pasado, cuando se abrieron a subir el SMI un 3%.
También hay que tener en cuenta que, en caso de que Hacienda fuerce a que el salario mínimo empiece a tributar, una parte notable del incremento se iría a pagar IRPF, lo que diluiría todavía más el incremento que CEOE y Cepyme han puesto este martes sobre la mesa.
Las cifras que maneja la organización que preside Antonio Garamendi quedan en las antípodas de lo que proponen los sindicatos. UGT y Comisiones Obreras acordaron el mes pasado llevar a la mesa una subida del salario mínimo del 7,5%, lo que elevaría esta renta hasta los 1.273 euros brutos al mes en 14 pagas a jornada completa (17.822 euros al año). El planteamiento empresarial contempla que las subidas del SMI sean compensables y absorbibles (es decir, que se puedan descontar de ciertos complementos salariales), a diferencia de lo que exigen los sindicatos.
Todo hace pensar que la subida que se apruebe finalmente quedará en algún lugar intermedio dentro de ese amplio umbral. El Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz todavía no ha puesto una cifra sobre la mesa. Está esperando a que el comité de expertos designados por la vicepresidenta segunda emita su informe para pronunciarse.
Fuentes oficiales del ministerio sostienen que la propuesta de CEOE y Cepyme no parece rigurosa dado que supondría que dos millones de trabajadores perdieran poder adquisitivo, arguyen. La vicepresidenta segunda esperará a conocer el informe de los expertos, que las mencionadas fuentes consideran una base sólida frente a las especulaciones de la patronal.
Sin embargo, Trabajo ya ha dejado claro que la subida que se apruebe no puede quedar por debajo de lo que suban los precios del consumo (las estimaciones apuntan a que la inflación cerrará en el entorno del 2,7% en 2025) y que debe tener en cuenta la situación de expansión económica en la que se encuentra España (la mayoría de analistas prevé un aumento del PIB de alrededor del 2,9% este año). Además, el departamento que dirige Yolanda Díaz ha especificado que si el SMI empieza a pagar IRPF aplicará una subida mayor que si sigue sin tributar.
Inspirada en los funcionarios
La propuesta que han lanzado este martes CEOE y Cepyme está inspirada en la subida de sueldo a los empleados públicos que el Gobierno aprobó la semana pasada tras negociar con los sindicatos de la función pública. Dicho acuerdo prevé una subida del 1,5% para los funcionarios el año que viene, que se enmarca en una senda de subidas salariales acumuladas del 11% en el periodo 2025-2028.
Los empresarios argumentan que el salario mínimo ya supera el 60% del sueldo medio neto, la referencia que utiliza el Ministerio de Trabajo para fijar el SMI. CEOE y Cepyme toman como base para sus cálculos la Encuesta de Población Activa (EPA) porque incluye también la retribución del sector agrario o el servicio doméstico y está más actualizada, a diferencia de la Encuesta de Estructura Salarial (EES) que sirve como base para el comité de ‘sabios’ de Yolanda Díaz.
En concreto, la patronal estima que el SMI actual ya supera en un 4,9% el salario medio que recoge la EPA para 2024. Siguiendo este razonamiento, los empresarios arguyen que no habría por qué revalorizar esta renta en el año 2026. Pese a ello, han planteado una propuesta basándose en criterios de fomento de la negociación colectiva, lograr un nivel digno de vida, reducir la pobreza de los ocupados, fomentar la cohesión social y la convergencia social al alza, y reducir la brecha salarial de género