El Real Madrid firmó ante el Wolfsburgo una victoria europea de las que quedan grabadas. Golpeó primero con María Méndez, resistió la embestida alemana y, pese a la expulsión de Lakrar, sentenció con una genialidad de Linda Caicedo tras un pase mágico de Weir. Incluso acabando con nueve por la roja a Iris Ashley, el conjunto blanco se marcha con un premio mayúsuculo: depender de sí mismas en la última jornada ante el Twente para estar en cuartos de final.
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El Real Madrid afrontaba su último partido del año en el Di Stéfano con un objetivo claro: ganar y llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para sellar el top-4 y pelear por el pase directo a cuartos. Pero el arranque no pudo ser más turbulento. En apenas un minuto, el Wolfsburgo robó en presión alta a María Méndez y generó un susto mayúsculo en el área blanca, con Lakrar y Misa incapaces de despejar y Peddemors perdonando con un disparo a las nubes. La respuesta la puso Weir con un zurdazo desde la frontal que salió rozando el palo, preludio de un inicio frenético en el que las alemanas siguieron apretando: Misa salvó en el 5’ un remate a bocajarro de Küver tras un centro preciso de Huth. El Madrid sufría, desbordado en ritmo e intensidad, sin conseguir salir de su campo.
Las de Pau Quesada necesitaron tiempo para asentarse, pero cuando lograron dar un par de pasos adelante encontraron el premio. Por la izquierda comenzaron a aparecer los primeros espacios y, en la primera acción clara a balón parado, llegó el golpe blanco: en el 19’, Eva Navarro la puso tensa al primer palo y María Méndez se impuso en el salto para firmar el 1-0. Un gol tan liberador como inesperado por cómo había transcurrido el duelo hasta ese momento. El tanto activó a un Real Madrid que, por unos minutos, encontró la electricidad de Linda Caicedo. La colombiana rozó el segundo tras una arrancada imparable que obligó a Johannes a una doble intervención salvadora.
El Wolfsburgo respondió intentando recuperar el control, pero el ritmo del partido ya era otro. Peddemors tuvo una buena oportunidad en el 29’ tras una gran acción de Beerensteyn, pero su disparo se estrelló en el lateral de la red. Las blancas, más asentadas, volvieron a rozar el gol a balón parado en el 38’ con un remate de Alba Redondo al primer palo que se marchó al poste, y poco después reclamaron penalti por una posible mano en un centro de Yasmim, acción que el VAR terminó desestimando. Con las de Pau Quesada ya contando los segundos para irse a vestuarios celebrando ir por delante en el marcador, Lakrar cometió un error que lo podía cambiar todo. La francesa previamente amonestada, vio la segunda amarilla en el 45’ y dejó al equipo con una futbolista menos para toda la segunda parte, poniendo en jaque lo conseguido hasta ese momento.
Segunda parte
El Real Madrid regresó del descanso obligado a reajustar su estructura tras quedarse con una jugadora menos. Pau Quesada introdujo a Rocío Gálvez para fortalecer la zaga y sacrificó a Alba Redondo, pero la inferioridad numérica no impidió que el equipo siguiera encontrando caminos hacia el área rival. Linda Caicedo volvió a encender al conjunto blanco con una acción fulgurante en el 52’, arrancando en velocidad y estrellando su disparo contra el pie de Johannes. Aun así, el Wolfsburgo fue empujando metros con paciencia y constancia, obligando al Madrid a duplicar esfuerzos. Popp tuvo la más clara para las alemanas al mandar por encima del larguero un balón suelto tras un centro de Linder en el 60’.
En medio del desgaste, la inspiración volvió a pasar por los pies de Caroline Weir. La escocesa, rodeada por dos rivales, filtró un pase milimétrico al espacio para liberar la carrera de Linda Caicedo, que aceleró, midió los tiempos, regateó a Johannes y definió con sutileza el 0-2 en el 67’. El golpe reforzó el despliegue defensivo del Madrid, con una Rocío providencial al cortar una doble acción de Beerensteyn en el 73’. Las blancas, incluso con una menos, siguieron volcadas: Linda, antes de abandonar el terreno de juego, volvió a quebrar a las centrales y habilitó a Weir en el 76’, aunque la escocesa no logró ajustar el disparo que pudo significar el 0-3 definitivo.
El partido entraba en su cuenta atrás y cada despeje o pase cortado por las jugadoras blancas era celebrado por una afición que no dudaba en reconocer el gran esfuerzo de las suyas. Athenea, Iris Ashley y Shei, que entraron en el tramo final, fueron claves para contagiar a sus compañeras de que los tres puntos estaban más cerca. Sin embargo, antes del final, el Real Madrid sufriría un nuevo revés que le llevaría a acabar el partido con 9 jugadoras sobre el terreno de juego. Un ‘choque de trenes’ entre Johannes e Iris Ashley llevó a la joven canterana a los vestuarios antes de tiempo tras la revisión del VAR. Con el pitido final llegó la liberación de las jugadoras del Real Madrid que no dudaron en celebrar que, pese al sufrimiento y el desgaste, dependen de sí mismas para estar en los cuartos de final.
Real Madrid, 2
Misa; Eva Navarro (S. Cristóbal, 90’), M. Méndez, Lakrar, Yasmim; Angeldahl, Däbritz; Feller (Athenea, 78’), Weir (Shei, 86’), Linda C. (Iris Ashley, 78’); Redondo (Rocío, 46’)
Wolfsburgo, 0
Johannes; Linder (Lattwein 60′), Dijkstra (Bergsvand, 72’), Küver, Levels; Minge (Kielland, 84’), Popp, Peddemors (Bjelde 60′); Huth, Beerensteyn, Bussy (Zicai, 72’).
Goles 1-0, M. Méndez (19’); 2-0, Linda C. (67’).
Árbitra Kirsty Dowle (ENG). Amonestó a Lakrar (40’) del Real Madrid y a Peddemors (31’) y Dijkstra (55’) del Wolfsburgo. Expulsó a Lakrar por doble amarilla (45’) y a Iris Ashley (90’) con roja directa.