Por qué la IA encarecerá los dispositivos de los humanos en 2026. La industria global de semiconductores está atravesando una transformación estructural sin precedentes. A diferencia de la crisis de escasez de 2020-2022, precipitada por un shock de demanda derivado de la pandemia y la parálisis logística, la situación actual responde a una reestructuración fundamental del lado de la oferta y la demanda.
La IA y los humanos
La situación ha provocado un efecto de canibalización en la cadena de suministro destinada a la electrónica de consumo, los sistemas de automoción y el hardware minorista. La evidencia indica que los principales fabricantes de dispositivos integrados (IDMs) y las fundiciones (foundries) están ejecutando una retirada táctica del sector retail.
El abandono del mercado de consumo por parte de actores clave como Micron Technology, la reasignación de líneas de producción de Samsung, que incluso ha limitado la venta de memoría a sus propias filiales, y el giro de SK Hynix hacia la memoria de alto ancho de banda (HBM), han transformado el equilibrio del mercado. A ello se suma la saturación de las capacidades de empaquetado CoWoS de TSMC por parte de los hiperescaladores, lo que ha contribuido a generar un entorno inflacionario severo
El resultado es un incremento sostenido en los precios de las memorias (DRAM/NAND), unidades de estado sólido (SSD), unidades de procesamiento gráfico (GPU) y unidades centrales de procesamiento (CPU), cuya normalización no se prevé hasta el horizonte 2027–2028.
La IA hambrienta
La manifestación más aguda de la distorsión del mercado impulsada por la IA se observa en el sector de la memoria. Los requisitos técnicos para el entrenamiento y la inferencia de modelos de IA Generativa, específicamente la necesidad de un ancho de banda de memoria masivo, han elevado la memoria HBM (High Bandwidth Memory) de ser un producto de nicho a convertirse en el motor principal de beneficios de la industria. Este cambio ha forzado una reasignación de recursos de fabricación de suma cero, donde cada oblea dedicada a la IA es una oblea sustraída al mercado de consumo.
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La producción de HBM3E y la próxima generación HBM4 exige significativamente más capacidad de oblea que la DRAM DDR5 estándar. Esto se debe al mayor tamaño de los troqueles (dies) y a los rendimientos (yields) inherentemente más bajos asociados con el complejo proceso de apilamiento mediante vías a través de silicio (TSV).
Los datos de la industria indican que la producción de HBM consume más de tres veces la capacidad de oblea que la DRAM estándar para obtener la misma salida de bits. En consecuencia, a medida que los fabricantes pivotan para satisfacer la demanda de IA, la oferta efectiva global de memoria «commodity» se contrae drásticamente, incluso si el número total de obleas iniciadas se mantiene constante.
Por su parte, los titanes surcoreanos, Samsung Electronics y SK Hynix, han reestructurado agresivamente sus operaciones para perseguir esta demanda de alto margen. A principios de 2025, SK Hynix superó a Samsung como el mayor proveedor de DRAM del mundo por ingresos, un logro atribuible a su dominio temprano en el desarrollo de HBM3E. Esta victoria táctica ha redefinido las prioridades del sector.
La estrategia de SK Hynix
Esto ha llevado a que SK Hynix adopte una postura de «todo o nada» hacia la IA. La compañía ha asegurado pedidos para la totalidad de su capacidad de producción de DRAM y NAND para el año 2026. Esto implica que la capacidad de la empresa para abastecer el mercado spot (al contado) o atender a nuevos clientes minoristas es prácticamente nula.
Al comprometer su producción futura con hiperescaladores y socios estratégicos como Nvidia, SK Hynix ha retirado efectivamente una porción masiva de la oferta global del mercado abierto. La inversión de 15.000 millones de dólares en la expansión de su planta en Cheongju y la nueva instalación en Indiana, EE. UU., está dedicada casi exclusivamente a satisfacer esta demanda de IA, no a aliviar la presión sobre los productos de consumo.
Samsung y su canibalización interna
Por su parte, Samsung, históricamente líder indiscutible en volumen y precio, se encontró en una posición inusual de «ponerse al día». Para recuperar el terreno perdido frente a SK Hynix, Samsung ha tenido que tomar medidas drásticas que afectan directamente a su producción de consumo. La compañía ha comenzado a reasignar sus líneas de producción de litografía ultravioleta extrema (EUV), como la línea V1, que originalmente estaba destinada a chips lógicos avanzados y memoria de consumo, para centrarse en la lógica de IA y HBM.
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Esta reasignación interna significa que la capacidad instalada para producir DDR4, DDR5 y LPDDR5X (para smartphones) se está reduciendo activamente para dar paso a las obleas de HBM. La certificación de sus chips HBM3E de 12 capas por parte de Nvidia ha solidificado esta nueva dirección, convirtiendo la recuperación de su posición en infraestructura de IA en la máxima prioridad estratégica, por encima del mantenimiento de su cuota en el mercado retail.
Micron y su éxodo del retail
Quizás la señal más significativa de este cambio estructural es la decisión de Micron Technology de abandonar el negocio de memorias de consumo. En diciembre de 2025, Micron anunció planes para descontinuar su marca «Crucial», un pilar para los constructores de PC y entusiastas durante décadas, con el objetivo de redirigir toda su oferta hacia clientes empresariales e hiperescaladores.
Esta decisión fue atribuida explícitamente al «aumento en la demanda de memoria y almacenamiento impulsado por los centros de datos de IA». La lógica económica es contundente: los clientes de IA compran en volúmenes masivos con contratos a largo plazo y precios premium, mientras que el mercado minorista es volátil, sensible al precio y requiere una infraestructura costosa de marketing y distribución. Al salir del canal minorista, Micron puede mejorar la garantía de suministro para socios estratégicos como Nvidia y Microsoft, pero deja un vacío crítico en el mercado de consumo.
La eliminación de la marca Crucial retira un ancla de precios fundamental del mercado. Sin la competencia de Micron en el espacio retail, los integradores de módulos de terceros restantes (como Corsair, G.Skill o ADATA) quedan a merced de los precios spot dictados por Samsung y SK Hynix, quienes a su vez tienen pocos incentivos para vender obleas baratas. Esto marca el fin de la era de la memoria de consumo abundante y económica, algo que afectará al mundo del PC (servidores, laptops y computadores personales) y el mundo smartphone, encareciendo los mismos.
Una crisis de precios e inflación tecnológica
Por supuesto, toda esta reducción en la asignación de suministro para la memoria «commodity» y la lógica de consumo ha desencadenado una espiral inflacionaria que afecta ya a todos los componentes básicos de la computación personal. Esta crisis se manifiesta con niveles críticos de volatilidad, especialmente en el mercado de DRAM y DDR5.
Hacia finales de 2025, la situación se tornó insostenible: los precios de contrato para ciertos tipos de DRAM sufrieron aumentos de entre un 80% y un 100% mes a mes. El ejemplo más drástico se observa en el mercado spot, donde un chip DDR5 de 16Gb pasó de cotizar a 6,84 dólares en septiembre de 2025 a un promedio de 27,20 dólares en diciembre.
Este incremento de casi un 300% en un solo trimestre se ha trasladado directamente al consumidor, duplicando el precio de los kits de memoria RAM para PC. Lejos de ser un pico temporal, ejecutivos de la industria —como el gerente general de TeamGroup— advierten que estamos ante el inicio de un ciclo alcista que se extenderá hasta 2027 o 2028, momento en el que se espera que nuevas plantas de fabricación alivien la oferta.
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IA como gran culpable
Simultáneamente, el mercado de almacenamiento NAND flash sufre el llamado efecto «Data Lake». La demanda voraz de los centros de datos de IA, que requieren lagos de datos masivos, ha disparado la necesidad de SSDs empresariales (eSSD). En respuesta, los fabricantes han reasignado su capacidad de obleas de NAND 3D hacia el sector empresarial, reduciendo drásticamente la oferta de NAND de grado cliente utilizada en portátiles y SSDs de consumo.
Esta reasignación ha provocado una inflación desigual: se proyecta que las unidades de menor capacidad (menos de 512GB), típicas en equipos económicos, sufrirán los aumentos más pronunciados, superando el 15% trimestral, mientras que las unidades de 1TB o más verán alzas del 5% al 10%. El panorama se agrava por una crisis paralela en los controladores SSD; estos chips lógicos, esenciales para la gestión de datos, se fabrican en nodos maduros que actualmente también se encuentran saturados, añadiendo una capa más de presión a un mercado ya tensionado y por el cual comenzaremos a pagar más a partir de este 2026.
Activista y bloguero de tecnología, software libre y blockchain.
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