Además de un gran juicio de espionaje, será un gran juicio mediático. El acusado, Jian G., se ha encargado de repartir titulares a mansalva en su primera comparecencia ante el Tribunal Regional Superior de Dresde, donde es juzgado por espiar para China en Bruselas desde … la oficina del eurodiputado del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) Maximilian Krah.
Mientras trabajaban juntos en el Parlamento Europeo, información sensible salió de allí rumbo a China. El abogado de Jian afirma que su cliente era solo un empleado «diligente» y «muy minucioso» en su trabajo, alegando que recababa en sus informes tantos detalles como era posible sobre los asuntos de los que se ocupaba. Pero muchos indicios hablan de un trabajo de espionaje para la Inteligencia china. En una declaración leída por su abogado, Jian G. ha declarado en la primera vista del proceso que «yo no era un 007, como mucho un 08/15», en referencia a su horario de oficina.
Jian G. es un ciudadano alemán con raíces chinas, exempleado del miembro del Parlamento de AfD Maximilian Krah y presunto espía de la República Popular China. Su detención en la primavera de 2024 causó un terremoto político porque Krah no sólo era miembro del Parlamento Europeo en ese momento, sino también era el principal candidato de la AfD para las elecciones europeas.
Jian ha estado bajo custodia durante más de un año y este martes por la mañana fue conducido esposado al vestíbulo del tribunal. La Fiscalía lo acusa de haber trabajado para el servicio secreto chino durante más de dos décadas. Como asistente en la oficina de Krah en el Parlamento Europeo, recopiló información interna y transmitió documentos confidenciales desde 2019 hasta el mismo día de su arresto.
La Fiscalía Federal también acusa a Jian de haber recopilado información sobre el funcionamiento interno de AfD. Los documentos que elaboraba tienen nombres poéticos como «Té por la mañana» o «Proyecto Diamantes artificiales». En ellos anotaba numerosos detalles de la estructura y organización del partido, de su financiación y cuadros directivos, pero sobre todo mucha información privada y familiar sobre la líder del partido, Alice Weidel.
También informó, según sus transcripciones, sobre la donación de esperma con la que Weidel y su pareja homosexual engendraron un hijo. En los expedientes menciona un supuesto intento de golpe por parte del presidente del partido, Tino Chrupallas, contra Weidel.
Un caso «sin paralelismos»
La Fiscalía asegura que se trata de un caso «sin paralelismos en Alemania» en términos del alcance del espionaje a la vida política y pública. Entre las pruebas se presenta una unidad USB con más de 500 archivos que llevó a China personalmente y de contenido altamente confidencial. Además de espiar al Parlamento de la UE y a los directivos de AfD, Jian espió concienzudamente a la oposición china en el exilio en Alemania.
La sentencia más alta posible sería de diez años de prisión. Su abogado defiende, sin embargo, su inocencia. Según su relato, se ocupaba principalmente de asuntos de comercio y política exterior. Debido a sus orígenes, su campo de responsabilidad también incluía las relaciones con China y es en este contexto en el que habría mantenido los contactos que se le reprochan. No puede descartar que haya habido interlocutores con conexiones con un servicio de Inteligencia chino, pero asegura que en ningún momento transmitió información a sabiendas.
El imputado no descarta interlocuciones con contactos del servicio de Inteligencia chino, pero asegura que en ningún momento transmitió información a sabiendas
El caso Jian G. ha puesto sobre aviso a las autoridades alemanas del alcance del espionaje chino en el país, que recluta agentes en universidades y entre jubilados de cargos con acceso a información, además de servirse de relaciones personales y parejas mixtas, según ha informado la Inteligencia alemana (BND).
Otra dimensión del juicio es si Krah sabía todo esto. Es probable que la respuesta dependa de los detalles que se hagan públicos en las negociaciones. Está claro que el acusado y Krah, ya expulsado del partido, trabajaron en estrecha colaboración. El extraño dúo fue un tema en los pasillos del Parlamento Europeo durante algún tiempo y la Fiscalía de Dresde investiga también varias denuncias de blanqueo de capitales y soborno.
Hay indicios que apuntan a que Krah aceptó dinero de China, presumiblemente a través de empresas de su ex empleado. Krah niega con vehemencia estas acusaciones y habría querido participar como observador durante esta primera vista del juicio contra Jian, en su ciudad natal de Dresde. Pero, debido a que el propio Krah ha sido citado como testigo en el juicio, no se le permite participar en la audiencia principal. Su comparecencia está programada para el 3 de septiembre y será seguramente otra sesión muy mediática.