La OMS respalda el uso de agonistas de GLP-1 para la obesidad y se pronuncia en un debate global sobre un tratamiento que gana espacio en las políticas de salud.
Eva Marabotto
La OMS analiza el uso de agonistas de GLP-1 para la obesidad como los populares Ozempic y Wegovy y sitúa el foco en un problema que afecta a más de 1000 millones de personas. La organización propone unas directrices que buscan orientar a los países ante el avance constante de la obesidad. Además, recuerda que esta enfermedad crónica exige un abordaje integral y sostenido.
La semana pasada la OMS dio a conocer directrices sobre el tema. En ellas respalda el uso de agonistas de GLP-1 para la obesidad y subraya que estos fármacos pueden apoyar a millones de personas. Sin embargo, la entidad insiste en que no son una solución única. Por eso, recomienda combinar su uso con hábitos saludables y con el acompañamiento profesional adecuado.
Nuevas recomendaciones clínicas
Las directrices presentan dos recomendaciones condicionales para el uso prolongado de estos medicamentos. Por un lado, se permite su prescripción en personas adultas, salvo embarazadas. Por otro, se aconsejan intervenciones intensivas que acompañen el tratamiento, como una dieta equilibrada y actividad física regular.
Los agonistas del GLP-1 son fármacos que imitan una hormona natural que regula la glucosa. Por eso, ayudan a reducir el azúcar en sangre y favorecen la pérdida de peso. También mejoran parámetros metabólicos y reducen riesgos cardiovasculares en personas con diabetes tipo 2.
Un medicamento eficaz, pero no suficiente
La OMS advierte que el impacto de la obesidad va más allá de la salud individual. Por ello, pide políticas públicas que creen entornos más saludables. También reclama intervenciones tempranas que protejan a las personas con mayor riesgo y garanticen una atención continuada.
El uso generalizado de estos fármacos presenta desafíos importantes. Entre ellos, el acceso equitativo y la capacidad de los sistemas sanitarios para integrarlos de forma segura. La OMS teme que una distribución desigual aumente las brechas ya existentes.
A esto se añade la proliferación de medicamentos falsificados y de calidad deficiente. La organización pide controles estrictos y cooperación internacional para proteger la salud pública. Además, recuerda que cualquier prescripción debe estar supervisada por profesionales cualificados.
La OMS continuará trabajando con distintos actores para mejorar el acceso a estos tratamientos. También elaborará un marco de priorización que atienda primero a quienes más lo necesitan. Las directrices se actualizarán a medida que surja nueva evidencia científica.
El uso de los antagonistas de GLP-1 en Europa
La EMA (Agencia Europea de Medicamentos) ha aprobado la semaglutida (principio activo de Ozempic y Wegovy) para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad. Sin embargo, advierte que Ozempic no debe usarse para pérdida de peso estética en personas sin obesidad o diabetes, y que Wegovy es el medicamento aprobado para la obesidad, destacando la importancia de usar el fármaco correcto para la indicación correcta para evitar escasez para diabéticos.
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