El seis veces campeón de Grand Slam y leyenda del tenis mundial, Boris Becker, ha compartido en una entrevista publicada por La Revuelta una serie de anécdotas poco conocidas sobre su relación con Rafa Nadal y su conexión con Mallorca.

Becker, primer alemán de la historia en ganar Wimbledon y el campeón más joven en lograrlo, explicó que su vínculo con el entorno de Nadal se remonta a finales de los años 90, cuando pasaba largas temporadas en la isla. “Tenía una casa de verano cerca de donde él es, en Manacor. Estuve allí mucho tiempo, así que lo conozco desde entonces”, relató.

“Conocí a Rafa cuando tenía 14 o 15 años”

Según Becker, su primer encuentro con Nadal se produjo cuando el manacorí era poco más que un niño. “Lo conocí cuando tenía unos 14 o 15 años”, recuerda. Fue entonces cuando tuvo un encuentro significativo con Toni Nadal, a quien en el vídeo menciona primero, por error, como padre, antes de corregir que se refería a su tío y entrenador.

Toni me preguntó qué pensaba de un tal Nadal de 14 años”, revela Becker. Aquel joven Rafa ya llamaba la atención por un detalle técnico muy particular: aunque es diestro, jugaba como zurdo, una decisión que, según Becker, vino influenciada por su entorno formativo y por la búsqueda de una ventaja competitiva. “Por un tiempo jugó con las dos manos en ambos lados”, explica el alemán, destacando lo inusual de aquella técnica durante su desarrollo.

Becker confiesa que, en aquel momento, no estaba convencido de la idea: “Le dije a Toni que no era una buena idea. Que debía quedarse con una mano”. Entre risas, el entrevistador insinúa que quizá el alemán tuvo algo de responsabilidad en el rumbo que tomó el juego de Nadal, a lo que Becker responde inmediatamente: “No, no, no. Solo lo conozco desde hace mucho tiempo y siempre pensé que era muy, muy talentoso”.

“Es demasiado español” para nacionalizarlo

En tono distendido, la entrevista también deja un comentario curioso: cuando le preguntan si intentó convencer a Nadal para que jugara para Alemania, Becker responde entre bromas: “No… Rafa es demasiado español”. El ex número uno del mundo subraya además el cariño que tiene por la isla y por la familia Nadal. “He estado mucho tiempo allí. Fui a su academia y conocí a su familia”, afirma.