La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y el Grupo Ribera intensifican su estrategia conjunta para contener la crisis abierta en torno al Hospital Universitario de Torrejón, tras la publicación de unos audios con declaraciones del CEO de la empresa, Pablo Gallart, procedentes de una reunión privada y difundidas por varios medios. La polémica ha desencadenado acusaciones sobre posibles instrucciones irregulares que, según la administración madrileña y el propio grupo sanitario, no se corresponden con la realidad.

Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha reiterado hoy que el Gobierno regional ha actuado desde el primer momento para verificar lo ocurrido. La responsable autonómica ha asegurado que «desde el minuto uno» han estado «encima de este caso», con auditorías, inspecciones y controles que permiten afirmar que «no se ha afectado la asistencia de los pacientes» y que la el Gobierno de la región «niega absolutamente que se esté reutilizando material o que se hayan hecho malas praxis», subrayando que «se está atacando» a sus profesionales sanitarios.

Ribera niega instrucciones irregulares y la consejera refuerza el mensaje de control

Los comunicados emitidos por la Consejería y por el propio Grupo Ribera insisten en negar cualquier instrucción que alterase procesos de triaje, reutilización de material sanitario o criterios de asistencia. Emmanuel de Geuser, presidente del grupo y consejero delegado de Vivalto Santé, sostuvo ante Matute que los resultados de la auditoría interna avalan la gestión asistencial del hospital y que la filtración de las palabras del CEO responde a un uso «descontextualizado” con ánimo de perjudicar a la empresa.

Matute ha respaldado públicamente esta versión y ha explicado que las explicaciones ofrecidas ayer por el presidente del Grupo Ribera fueron «contundentes», insistiendo en que la misión común es «la excelencia en la calidad de la asistencia». Además, denunció que los profesionales del hospital están siendo objeto de «una tajada política y un manoseo inadmisible», defendiendo su profesionalidad y el estricto cumplimiento del código deontológico. En la misma línea que los profesionales del centro, que ya manifestaron por escrito su defensa de la integridad de su labor clínica, Ribera recuerda que la auditoría interna sostiene la validez de los procedimientos asistenciales del hospital comunicado Ribera.

La consejera añadió que, pese a la firmeza del Gobierno madrileño, «las cosas hay que hacerlas con método, rigor y coherencia». A día de hoy, afirmó, «no se ha detectado ninguna irregularidad ni en la gestión ni en la calidad y seguridad de la asistencia», aunque garantizó que si surgiera cualquier indicio, la Consejería actuaría “de forma implacable”.

Matute exhibe datos y reprocha falta de rigor al Gobierno central

En su intervención en el día de hoy, Matute también expuso datos que, según dijo, desmienten las acusaciones sobre falta de control en el hospital: una media de 30 inspecciones en consultas frente a las 60 habituales, un aumento de casi 100.000 consultas, 700 cirugías más, y un incremento de plantilla de 1.168 a 1.201 trabajadores. La consejera subrayó que estos datos son «tozudos» y proceden de verificaciones realizadas tanto en el centro como en la propia central de la empresa.

La responsable madrileña acusó al Gobierno central de actuar «por pulsiones», de «especular» y de llegar tarde. «Si quieren denunciar, me parece perfecto, pero la ministra ya llega tarde, porque nosotros hemos vuelto tres veces contra seis inspecciones», afirmó, insistiendo en que Madrid está ejerciendo sus competencias de supervisión «con rigor y diariamente».

Mientras tanto, el Grupo Ribera mantiene su postura: rechaza las acusaciones y se reserva el derecho a emprender acciones legales ante las «gravísimas y falsas» informaciones difundidas en medios de comunicación. La imagen difundida de De Geuser reunido con los profesionales del hospital (incluida en uno de los documentos) simboliza el cierre de filas interno ante una crisis que ha escalado al terreno político y mediático

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