Competir es provocar a los Oklahoma City Thunder del MVP Shai Gilgeous-Alexander, poner en un aprieto a los autoritarios campeones reinantes un día es garantía de padecer una muy desagradable humillación a la siguiente ocasión. Los Phoenix Suns habían tuteado a los Thunder dos semanas antes con un estrecho margen de derrota (119-123) y, aunque con el gran asterisco de la baja de Devin Booker, se hacían muchas ilusiones ante un enfrentamiento de cuartos de Copa en la que padecieron una violenta tormenta (138-89). 

Una virulenta reacción no tan sorprendente pues OKC ya le hizo lo mismo a los Blazers de Tiago Splitter, los únicos privilegiados que han logrado batir a los Shai y compañía esta temporada (119-121), aunque pagaron los platos rotos dos semanas y media después con una tunda (95-122). 

Con 28 puntos de Shai Gilgeous-Alexander y 24 de Chet Holmgren, los Thunder se afanaron en reflejar en la pista la sideral diferencia que hay entre ellos y los Suns y todo el resto de la NBA con su tirano récord de 24-1. El vigente campeón de la NBA y subcampeón de la Copa se las verá el sábado en semifinales de la Final Four ante unos Spurs que podrían recuperar a Victor Wembanyama después de bailar a los Lakers de Luka Doncic. Los New York Knicks y los Orlando Magic se enfrentarán en la otra semifinal. 

Oklahoma lo dejó encarrilado al final del primer cuarto (38-23) y sentenciado al descanso (74-48). En otra estadística definitoria, Dillon Brooks -un villano que no hizo poder prevalecer sus fechorías-, fue el máximo anotador de Phoenix con sólo 16 puntos y un 4/16 en tiros de campo.

Y también muy definitoria fue la imagen de impotencia de otro pendenciero como Grayson Allen, dominado por la impotencia de verse abajo ya 94-58 al final con 5:18 del tercer cuarto por jugar. Allen tumbó a Holmgren después de un violento choque desencadenando una trifulca y fue expulsado con flagrante de tipo 2. Otra más a la lista de sucias acciones del base-escolta, uno de los jugadores marrulleros por excelencia de la NBA. 

Jalen Williams agitó a la multitud después de la expulsión de Allen, que provocó aún más a los Thunder por si hiciera falta dar al campeón más motivos para seguir apalizando rivales. 

Lee también

Oklahoma se alimenta también de sus ansias de revancha atropellando a quien se atreve a cuestionar su dominio pero, sin ir más lejos, en esta Copa NBA pesa como lo que más el dolor perdido por la final del año pasado perdida contra los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo. 

Camino de pulverizar el 73-9 de los Warriors en 2016, los Thunder se ven cerca de otra cita con la historia como el primer equipo en ser vigente campeón de Liga y Copa. Y, lo que más asusta, es que -lesionado ahora Isaiah Hartenstein-, todavía no han podido juntar a su quinteto titular esta temporada. El fenómeno Thunder, único.