Hay días en los que necesitamos algo que nos recuerde parar por un momento. Un gesto sencillo que nos obligue a respirar, a mirar cómo vamos, a poner orden en ese caos que es la vida diaria. A controlar el sueño, que nunca es suficiente, los pasos que se quedan cortos, el cansancio que no sabemos explicar… A veces no buscamos tecnología, sino una pequeña guía silenciosa que nos acompañe sin pedirnos nada a cambio.

Y ahí es donde el Samsung Galaxy Watch8 empieza a encajar de una forma casi natural. No entra en tu rutina para cambiarla, entra para entenderla. Se coloca en la muñeca como si siempre hubiera formado parte de ti, midiendo, interpretando y suavizando las horas sin que tú tengas que preocuparte. No es un modelo especialmente barato, si echas un vistazo a la web de Samsung verás que tiene un precio oficial de 409 euros, pero ahora lo podemos comprar por 197 euros gracias a esta oferta de AliExpress. Además, enviado desde España para que lo puedas estrenar en un par de días.

Más que una pantalla bonita: brillo, claridad y un diseño que se siente bien

Lo primero que notas al ver el Galaxy Watch8 es que tiene presencia sin llamar la atención. Su acabado plateado, con ese brillo suave que cambia según la luz, da la sensación de un reloj elegante, limpio, que encaja igual con ropa de deporte que con un outfit más cuidado. No parece un gadget, parece un reloj al uso, pero es uno que hace mucho más de lo que esperas.

La pantalla es uno de sus grandes argumentos. Con su 1,47 pulgadas Super AMOLED, una resolución de 480 x 480 píxeles y un brillo que alcanza los 3000 nits, se convierte en uno de los relojes con mejor visibilidad en exterior. Puedes mirar la hora caminando bajo el sol, revisar una notificación en mitad de la calle o iniciar un entrenamiento al aire libre sin forzar la vista.

Samsung Galaxy Watch8Samsung Galaxy Watch8Difoosion / Rubén Ulloa

Monta un cristal de zafiro, un detalle muy importante. Es resistente a arañazos, roces y pequeños golpes del día a día. Es ese tipo de protección silenciosa que te da tranquilidad cuando lo llevas constantemente. Y su cuerpo de 44 mm de diámetro está diseñado para sentirse ligero, pero firme.

Dentro del Watch8 vive el Exynos W1000, un procesador de 3 nm que aporta velocidad real en el uso diario. Gracias a él, los menús se abren con suavidad, las transiciones son limpias y las apps no tardan. La sensación al usarlo es la de un dispositivo que entiende tu ritmo, no te hace esperar, no te obliga a pulsar dos veces y no se traba. De hecho, viene con 2 GB de RAM y con 32 GB de almacenamiento para que puedas instalar aplicaciones, almacenar música y mantener todos tus datos de salir sin preocuparte por quedarte sin espacio.

Ya que hablamos de salud, decirte que el Watch8 incorpora el sensor BioActive, una combinación de señales ópticas y eléctricas que te permiten obtener tu ritmo cardíaco continuo, el nivel de saturación de oxígeno, la variabilidad del pulso, el nivel de estrés, la temperatura de la piel o la composición corporal. Y después no te lanza números sin más, genera tendencias, te muestra si has dormido mejor o peor que ayer, si tu cuerpo está más estresado que de costumbre, si deberías moverte más…

El seguimiento del sueño es especialmente útil porque analiza tus fases, tus despertares, tu continuidad y te sugiere pequeñas mejoras que realmente notas con el paso de los días. Incluso el estrés tiene una lectura práctica porque el reloj detecta picos, te avisa y te propone rutinas de respiración cuando estás saturado. Es como si estuviera pendiente de ti, pero sin molestarte todo el rato.

A nivel deportivo, podemos decir que este modelo de Samsung es un reloj para todos: para quienes corren, para quienes caminan, para quienes levantan pesas y para quienes hacen yoga los fines de semana. Tiene detección automática de ciertas actividades y registra datos útiles, como el ritmo, la distancia, calorías, zonas cardíacas, cadencia… El GPS integrado permite registrar tus rutas para analizar después tu rendimiento. Y gracias a sensores adicionales, como el acelerómetro o el giroscopio, entiende movimientos más complejos, como entrenamientos funcionales o dinámicas de fuerza.

En cuanto a su batería, nos encontramos con unas 30 o 40 horas de autonomía con lo que podríamos considerar un uso mixto. Son casi dos días completos, aunque es una cifra que dependerá de tu nivel de actividad y de las notificaciones que recibas. No es de esos smartwatches que se agotan incluso antes de que te acuestes.

Pero lo mejor de este modelo es cómo encaja en tu rutina. No te obliga a aprender nada nuevo, porque responde a tus gestos naturales, no te llena de notificaciones que no te interesan, simplemente te acompaña. Es verdad que a su precio original se ve como un reloj premium, pero ahora que está disponible por 197 euros me parece una compra mucho más inteligente.

Este artículo está pensado para ayudarte a descubrir productos de tu interés o para que tomes una mejor decisión de compra. Algunos de los enlaces que incluye son de afiliados, por lo que si realizas una compra a través de ellos La Razón podría recibir una pequeña comisión. Este hecho no influye en nuestras recomendaciones ni en el precio que pagas por el producto.