La fisioterapeuta del suelo pélvico Mireia Grossmann asegura que uno de sus objetivos terapéuticos es «gritar sangre». Resulta que el riego sanguíneo es vital para mantener saludables y revitalizar los tejidos, también los de la entrepierna. De hecho, el riego sanguíneo es clave para excitarse y tener un orgasmo. Grossmann recomienda tener «orgasmos terapéuticos», para ejercitar la musculatura. Así que una forma muy efectiva para activar la libido y que el deseo ayude a «gritar sangre» es la lectura erótica. Podríamos llamarlo también lecturas terapéuticas. Ella recomienda la colección de Raig Verd Sexo Fuera de Norma, libros en catalán que incluyen relatos eróticos fruto de concursos literarios y que tienen en cuenta sexualidades divergentes, a diferencia de los clásicos eróticos. «Los libros que mueven sangre despiertan zonas dormidas a través de la imaginación, que es mejor que el cine. Son libros que se leen con una sola mano», afirma.

La experta aconseja tener libros eróticos en la mesilla de noche durante todo el año, pero especialmente en verano. «Es cuando el cuerpo está relajado y es más fácil conectar con el mundo del placer. Si no tienes costumbre de leerlo, es hora de empezar», dice. Grossmann se dedica a la divulgación a través de Instagram y de talleres presenciales, donde insiste a las mujeres que se quiten los tabúes de encima; por ejemplo, que se miren los genitales con un espejo y que no tengan ni vergüenza ni pereza de trabajar por su placer. «Cuando llegue el invierno, estos libros pueden leerse como deberes: para recordar que hay vida en esta zona, porque a menudo con la locura del trabajo y de nuestras vidas la dejamos dormir», explica. Un título clásico infalible que Grossmann considera «recomendación absoluta» es Los cuadernos de Marc (La Magrana), una obra anónima que se ha atribuido a Manuel de Pedrolo.