En el mundo del ciclismo, llevar al límite las capacidades físicas está a la orden del día. Ya sea ascendiendo puertos imposibles, arañando segundos en las contrarrelojes o desgañitándose en sprints frenéticos, cada nueva competición acostumbra a venir acompañada de una exhibición física por parte de los miembros del pelotón. Todo lo visto hasta ahora hace difícil que el espectador pueda sorprenderse ante esfuerzos sobrehumanos, pero el Red Bull-Bora hansgrohe ha sido capaz de destrozar cualquier límite pensable.

Encabezados por Florian Lipowitz, tercer clasificado en el pasado Tour de Francia, 9 ciclistas del equipo alemán hicieron gala de sus condiciones físicas para remolcar y lanzar al aire una avioneta pilotada por el aviador Andy Hediger. La hazaña, en la que únicamente se hizo uso de fuerza humana, se llevó a cabo en la pista de Son Bonet de Mallorca.

Para llevar a cabo este proyecto, bautizado como ‘Peloton Takeoff’, los ciclistas del Red Bull-Bora quedaron unidos por un arnés conectado a un cable de 150 metros con el objetivo de alcanzar los 54 km/h, la velocidad mínima necesaria para permitir el despegue de la avioneta. El equipo logró con creces su objetivo, completando una aceleración explosiva y alcanzando un pico combinado de 6.500 vatios.

Imagen del Peloton Takeoff, en el que los ciclistas del Red Bull-Bora lograron hacer despegar una avioneta

Imagen del Peloton Takeoff, en el que los ciclistas del Red Bull-Bora lograron hacer despegar una avioneta / RED BULL

Más allá de Lipowitz, los ciclistas involucrados en el reto fueron Callum Thornley, Davide Donati, Nico Denz, Jordi Meeus, Tim Van Dijke, Laurence Pithie, Gijs Schoonvelde y Adrien Boichis. La fuerza combinada de los 9 ciclistas permitió que el vehículo pilotado por Andy Hediger alcanzase los 100 metros de altitud.

Imagen del Peloton Takeoff, en el que los ciclistas del Red Bull-Bora lograron hacer despegar una avioneta

Imagen del Peloton Takeoff, en el que los ciclistas del Red Bull-Bora lograron hacer despegar una avioneta / RED BULL

Un «reto irreal» incluso para los protagonistas

La posibilidad de hacer volar a una avioneta con la fuerza combinada de 9 deportistas parece más propia de la fantasía que de la realidad. Así lo consideraron incluso sus protagonistas, con el propio Lipowitz reconociendo que no creía posible poder llevarlo a cabo. «Cuando escuché el proyecto por primera vez pensé que era imposible. ¿Lanzar un avión? Me parecía imposible, nunca se había intentado algo así en ciclismo».

Para Dan Bigham, jefe de ingeniería del equipo, esta posibilidad era mucho más real, tal como se desprende de su símil con una situación durante una competición ciclista. «Es comparable a una maniobra ganadora en una carrera, pero aquí mantener el equilibrio de fuerzas entre nueve ciclistas era crítico para que el avión pudiera despegar».

Si bien es cierto que los focos recaen sobre los 9 ciclistas, buena parte del mérito también corresponde a Andy Hediger. En palabras del experimentado piloto, «sentir que despegaba impulsado solo por la fuerza humana ha sido único«.