El foco de la actualidad vuelve a alumbrar a Naturgy. En concreto, uno de sus principales accionistas, BlackRock, ha vendido esta semana el 7% de su participación por 1.700 millones de euros. De esta forma, el fondo estadounidense se mantiene en … la compañía con un 11% del capital. Sin embargo, tal y como ha podido conocer ABC en diversas fuentes del sector energético, la gestora ya está analizando qué hacer con su actual posición, y en cuanto se presente una nueva ventana de oportunidad movería ficha.

Esta situación, lejos de representar ningún tipo de cisma interno dentro del Consejo de Administración, se estaría llevando con total normalidad. De hecho, las fuentes consultadas trasladan que este órgano presenta un grado de profesionalización muy alto. En este contexto, cada socio busca lo mejor para sacar la máxima rentabilidad en una compañía que tradicionalmente ha tenido una remuneración para los accionistas muy jugosa.

Por lo que respecta a BlackRock, que se hizo con el capital que tenía GIP tras su compra a nivel mundial –y que tras el proceso de autoopa se quedó en el 18%–, planea sus próximos movimientos muy atento a las perspectivas de Naturgy que se verán muy impactadas por el próximo ciclo regulatorio de las redes de gas que fijará la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en los primeros meses de 2026.

Esta situación que tendrá que pilotar el fondo estadounidense también se verá influida por el año de maximización de recursos que ha tenido que llevar a cabo Naturgy tras el apagón del 28 de abril, donde sus ciclos combinados de gas han tenido una gran utilización. Por ello, junto al nuevo periodo regulatorio, que el sector gasista espera que sea favorable, o al menos no tan malo como el último, provocaría que los ingresos regulados se mantengan estables.

Movimientos, pero estabilidad

La venta de BlackRock traerá cambios en el Consejo. Deberá reajustarse el número de consejeros en función del capital social de cada accionista. Ahora mismo ocupa cuatro asientos en el máximo órgano de la compañía Criteria Caixa (24%); y tres CVC (18%) y BlackRock (11%); mientras que el fondo australiano IFM (15%) solo tiene dos consejeros. Según ha podido conocer este periódico, en la próxima reunión se deberá abordar qué sucede con el sillón que tendrá que ceder la gestora estadounidense.

Por el momento, el máximo accionista, Criteria Caixa, guarda silencio con todos estos movimientos; aunque sigue teniendo las riendas de todo

Podría darse entrada a un nuevo consejero independiente, o que IFM se quedara con ese puesto, aunque por el momento no ha hecho ninguna reclamación de forma pública. De hecho, en su momento no tuvo problemas en reclamar un segundo asiento en el Consejo.

Por otro lado, con respecto a potenciales ventas del otro gran socio, CVC, según ha podido conocer este medio, en estos momentos no tiene una prisa inminente por deshacerse de su participación. No hay dudas de que este tipo de accionistas tienen una misión cuando entran en las compañías: vender con las mayores plusvalías posibles. Sin embargo, desde hace tiempo el fondo traslada que ellos se sienten cómodos en la gasista y no van a precipitar ningún tipo de movimiento.

En cuanto al principal accionista de la gasista, Criteria, por el momento no quiere hacer valoraciones públicas sobre el movimiento de BlackRock. Tras el chascó que supuso la no entrada de la compañía emiratí Taqa en la gasista, el ‘holding’ querrá ir con pies de plomo en acciones que estén bajo su supervisión. Lo que parece claro es que tras esta primera venta los fondos estarán atentos, para potenciales salidas o entradas.