El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha dado el visto bueno al acuerdo por el que se aprueba el Modelo de Plan de Seguimiento Individualizado del Largo Superviviente de Cáncer Infantil.

Este documento establece un modelo de atención estructurada, homogénea y coordinada para personas que han superado un cáncer diagnosticado en la infancia, en respuesta al incremento sostenido de la supervivencia a largo plazo debido a los avances en diagnóstico y tratamiento.

Según recogen diversos estudios, los principales obstáculos detectados hasta ahora en el seguimiento de estas personas han sido la falta de coordinación asistencial, la indefinición del responsable clínico del seguimiento y la existencia de necesidades psicosociales no cubiertas.

El modelo aprobado se fundamenta en cinco ámbitos de intervención: el seguimiento médico orientado al manejo de efectos tardíos y a la prevención terciaria; el apoyo psicológico continuado; la rehabilitación social incluyendo aspectos educativos y laborales; el empoderamiento de los pacientes; y la coordinación multidisciplinar entre los proveedores de atención.

El Plan Individualizado de Seguimiento (PIS) es un documento complementario al informe de alta hospitalaria y se estructura en dos bloques. El Bloque I recoge la situación actual del paciente, con información detallada sobre el diagnóstico, los tratamientos recibidos, los efectos secundarios, el seguimiento por otras especialidades, la atención psicológica y social, la evaluación de la fertilidad y del desarrollo puberal, la participación en ensayos clínicos si los hubiera, los diagnósticos de enfermería, así como los datos de contacto del profesional de enlace y del farmacéutico hospitalario.

El Bloque II establece los próximos pasos del seguimiento, con un cronograma de consultas y pruebas acordadas entre los equipos de atención hospitalaria y primaria. Incluye controles analíticos, cribados oncológicos, revisiones oftalmológicas, endocrinas, cardiológicas, neurocognitivas, de crecimiento, además de pautas específicas según el tratamiento recibido y el riesgo individual.

El documento incorpora también indicaciones sobre derivación a servicios de fisioterapia o rehabilitación, atención psicológica especializada, trabajo social y asesoramiento genético en los casos indicados. Contiene un listado exhaustivo de posibles efectos secundarios a medio y largo plazo, como disminución de la densidad mineral ósea, alteraciones tiroideas, cardiotoxicidad, dificultades neurológicas, problemas de fertilidad, astenia o linfedema, entre otros. Para cada uno de ellos se detallan recomendaciones para el paciente y acciones clínicas posibles según criterio profesional.

Por su parte, el calendario de vacunación para la próxima temporada se mantiene en línea con el del año anterior, incorporando como novedad la recomendación de vacunación frente al virus respiratorio sincitial (VRS) en personas adultas en situaciones específicas de vulnerabilidad.

Esta recomendación se dirige, por una parte, a personas de 18 años o más con condiciones de muy alto riesgo, tales como cáncer hematológico en tratamiento activo o reciente, inmunodeficiencias primarias, infección por VIH avanzada, personas sometidas a trasplantes hematopoyéticos o de órgano sólido, pacientes en diálisis o con cáncer no hematológico en tratamiento activo con quimioterapia o inmunosupresor. Por otra parte, se incluye a personas institucionalizadas en residencias de mayores y centros para personas con discapacidad, a partir de los 60 años.

Se establece una implantación gradual en las comunidades autónomas desde la temporada 2026-2027 hasta 2028-2029. La vacunación se recomienda idealmente a partir de la última semana de septiembre, en una única dosis, pudiendo coadministrarse con otras vacunas habituales como la de la gripe, Covid-19 o neumococo. Se subraya la importancia de la monitorización continua, especialmente en grandes inmunodeprimidos, así como la vigilancia epidemiológica y genética del VRS durante toda la temporada, con el fin de ajustar la estrategia vacunal y detectar posibles variantes del virus.