Viernes, 12 de diciembre 2025, 21:06

| Actualizado 22:10h.

«Hoy puedo compartir con ustedes la buena noticia de que, gracias a la detección temprana, la intervención eficaz y el cumplimiento de las órdenes de los médicos, mi programa de tratamiento podrá reducirse en el nuevo año». El rey Carlos III de Inglaterra confirmó así ayer que la terapia contra el cáncer que le fue diagnosticado a principios de 2004, y que en algunas etapas desde entonces le ha obligado a aligerar su agenda, va por el buen camino, un avance que no dudó en calificar como «una bendición personal y un testimonio de los notables avances que se han producido en la investigación en los años recientes». Fuentes cercanas al monarca precisaron que seguirá tratándose pero, debido a su evolución positiva, ahora iniciará una fase preventiva y alargará su periodicidad.

El soberano británico lanzó este esperado anuncio en un mensaje inusualmente íntimo emitido ayer en televisión en apoyo a la campaña Stand Up To Cancer. El discurso busca situar en el centro del debate en Reino Unido la importancia de la detección temprana del cáncer, una cuestión que el monarca abordó desde su propia experiencia. «El diagnóstico precoz salva vidas», insistió en varias ocasiones.

«Sé por mi propia experiencia que un diagnóstico de cáncer puede resultar abrumador», dijo. «Sin embargo, también sé que la detección precoz es la clave que puede transformar los procesos de tratamiento, al dar un tiempo inestimable a los equipos médicos, y a sus pacientes el precioso regalo de la esperanza».

Su intervención profundizó en la dimensión humana de la atención oncológica. «Los especialistas, las enfermeras, los investigadores y los voluntarios que trabajan incansablemente para salvar y mejorar vidas», valoró. Asimismo, manifestó su inquietud por que «al menos nueve millones de personas en nuestro país no están al día con los programas de cribado disponibles para ellas. Esas son al menos nueve millones de oportunidades de diagnóstico precoz que se están perdiendo».

La Casa Real en ningún momento ha aclarado qué tipo de cáncer afecta al monarca, y este tampoco lo hizo ayer. Sí se refirió, a modo de ejemplo y para destacar la importancia de la detección prematura, al de intestino, que «cuando se detecta en su fase más temprana, alrededor de nueve de cada diez personas sobreviven al menos cinco años. Cuando se diagnostica tarde, esa cifra cae a solo una de cada diez».

El rey concluyó su aloción con un «sincero agradecimiento a los médicos, enfermeras, investigadores y trabajadores de organizaciones benéficas implicados en los programas de diagnóstico y tratamiento, junto con mis mejores deseos para aquellos a quienes cuidan tan desinteresadamente».

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