Xabi Alonso y Pep Guardiola son amigos. No hace falta que nadie lo diga por ellos, porque ambos confirmaron la relación que les une desde hace años antes del Real Madrid 1 – 2 Manchester City. Uno de los partidos más extraños que se recuerden en el Bernabéu. Tras el que la lectura del ganador era más negativa que la del derrotado, quien puso un clavo más en su ataúd con una declaración que pasó, en principio, desapercibida, pero que ha terminado por incordiar al club blanco.
«Que Xabi Alonso mee con la suya»
Las lecturas que hicieron medios, jugadores, entrenador, club y aficionados del Real Madrid fueron muy dispares. Como si hubiera un abismo emocional entre las diferentes partes que están en el día a día del club. Sirva como ejemplo el Himno de La Décima a todo volumen para evitar que los silbidos atronasen la despedida de los jugadores, a los que iba dirigido el abucheo.
Críticas, en especial, contra Vinicius, en cuyas protestas por el cambio en el clásico está el principio de la caída de Xabi Alonso. A pesar del cambio de actitud de algunos jugadores o del respeto público que le han mostrado en las últimas semanas otrora voces críticas, el entrenador del Madrid hace tiempo que se siente desacreditado. Por eso sus respuestas en las ruedas de prensa hay que descifrarlas.
En la previa al reencuentro con uno de sus viejos maestros, Guardiola, socarrón, se quedó con la prensa lanzando un titular que en cualquier otro técnico estaría preparado. Pero para un animal comunicativo como él fue fácil pedirle a Xabi Alonso que «mee con la suya». Es decir, que muriese fin a sus principios. Después del partido, el técnico vasco fue cuestionado sobre el salvavidas que se volvió un incendio.
«Pep sabe bien lo que decía»
Ahí entró la réplica que sirve más para entender lo que sucede en el vestuario del Madrid que el resto de lugares comunes en los que se refugió un Xabi Alonso que está dispuesto a no hacerse más daño del necesario en la sentencia a la que ha sido sometido. «Yo tengo muy buena relación con Pep. Nos conocemos bien y él sabe bien lo que decía, no tengo que entrar a valorarlas», explicó, muy serio, incluso después de haber salido del foco mayor de las críticas.
La confirmación de que, aunque quiera, Xabi Alonso no va a poder «mear con la suya». Ni esta colonia ni la otra, hasta el punto de que los principales medios y tertulias de la capital española aseguraban que ni el hecho de ganar al Alavés le asegurará seguir en el Madrid. Porque el fallo que se ha detectado en el club es multiorgánico y puede que ni siquiera sea culpa del actual técnico, pero su destitución es la más fácil.
Al revés que la planificación para el partido de Mendizorroza, para el que son bajas seguras Carvajal, Militao, Trent Alexander-Arnold y Alaba, por lesión; además de Álvaro Carreras, Endrick y Fran García por las sanciones que se impusieron en la derrota contra el Celta. A estos hay que sumarles las serias dudas de Mbappé, Rüdiger y Camavinga. Esto obligará a Huijsen, que trabajó con el grupo, o Valverde, aquejado del aductor derecho, a forzar para que el partido de Vitoria no se convierta en un epitafio repentino.