Aunque los brotes de gripe aviar H5N1 en las granjas lecheras de Estados Unidos han disminuido drásticamente en los últimos meses, los científicos aún están tratando de entender cómo se propaga el virus en las granjas, y nuevos hallazgos en los puntos críticos del brote en California sugieren que la propagación por el aire y las aguas residuales contaminadas pueden desempeñar un papel.

Investigadores de la Universidad Emory y de California, Colorado, Michigan y Virginia publicaron recientemente sus hallazgos de experimentos en 14 granjas lecheras de dos regiones de California en bioRxiv, un servidor de preimpresiones.

Se han reportado pocos brotes durante el verano, pero continúan las detecciones esporádicas de H5N1 en vacas lecheras.

Por ejemplo, hoy el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento de Agricultura de EE. UU. informó de un nuevo caso, que afecta a un rebaño de California, lo que eleva el total nacional desde principios de 2024 a 1.078 casos en 17 estados. De estos, 771 casos detectados provienen de rebaños de California.

VIRUS INFECCIOSO EN EL AIRE DURANTE EL ORDEÑO

Al principio de los brotes, se creía que el equipo de ordeño contaminado y el contacto directo con leche contaminada desempeñaban un papel importante en la propagación del virus entre las vacas lecheras.

A medida que brotes explosivos azotaban estados como Colorado y California, grupos de investigación se propusieron comprender mejor cómo se propaga el virus entre los animales y, ocasionalmente, a las personas. Para el nuevo estudio, el grupo realizó un extenso muestreo de aire, aguas residuales y leche en 14 granjas de California afectadas por el brote, ubicadas en dos regiones agrícolas diferentes.

En la fase inicial de muestreo de aire, el grupo utilizó tres dispositivos de muestreo de aire diferentes, uno de ellos un casete con filtro de politetrafluoroetileno (PTFE) abierto que se lleva en una mochila para modelar la exposición de los trabajadores de las instalaciones.

En cada granja, recolectaron aerosoles y gotitas del aliento exhalado de vacas individuales o de hileras de vacas, tanto dentro de las salas de ordeño durante el ordeño como dentro de las áreas de alojamiento.

De 71 muestras de aire analizadas para ARN viral en el muestreo de aliento exhalado en salas de ordeño y áreas de alojamiento, 6 dieron positivo, incluyendo una del muestreador con filtro de PTFE abierto.

Pruebas adicionales en nueve granjas más, incluyendo algunas en el sur de California, realizadas pocos días después de los resultados positivos en los tanques de leche, detectaron ARN viral del H5N1 en 21 de 35 muestras de aire, con virus infeccioso en 4 de ellas. “En conjunto, estos resultados indican que el ARN viral del H5N1 puede encontrarse en el aire de las granjas y demuestran de forma concluyente que el virus infeccioso del H5N1 está presente en el aire durante el ordeño”, detalla el equipo.

LAS AGUAS RESIDUALES COMO OTRA FUENTE DE PROPAGACIÓN

Para analizar las aguas residuales como posible vía de transmisión, el grupo recopiló muestras de aguas residuales regeneradas en varias granjas, incluyendo agua utilizada para limpiar equipos de ordeño y salas de ordeño, así como muestras recolectadas en desagües, bombas de sumidero, campos y estanques de estiércol.

“Se detectó ARN viral del virus H5N1 en cada punto del flujo de residuos, incluso en estanques de estiércol, ampliamente utilizados por aves migratorias, y en campos con vacas en pastoreo”, señalaron los investigadores.

De las muestras con alta carga viral, dos muestras de aguas residuales presentaron virus infecciosos.

“Estos resultados demuestran que el H5N1 es prevalente en los sitios de tratamiento de aguas residuales de granjas lecheras y podría servir como otra fuente de propagación del H5N1 entre vacas, humanos y animales peridomésticos”, escribieron.

LECCIONES PARA LA INVESTIGACIÓN Y MITIGACIÓN DE BROTES

En otros experimentos, la secuenciación del genoma completo de un subconjunto de muestras de virus del aire y del agua detectó variantes de aminoácidos en varias muestras, incluyendo algunas con cambios en el segmento de hemaglutinina que no parecían mantenerse.

El grupo también observó diferencias en las variantes dentro de la explotación ganadera que, según los autores, podrían ser útiles para rastrear los patrones de transmisión.

Asimismo, se tomaron muestras de leche de ubres individuales para buscar patrones, lo que reveló una alta prevalencia de infección subclínica por H5N1 y una distribución heterogénea de cuartos infectados que mantuvo un patrón constante a lo largo del tiempo.

El equipo afirma que sus hallazgos sugieren que es probable que existan múltiples modos de transmisión del H5N1 en las granjas, que podrían incluir aerosoles generados en las salas de ordeño y el contacto de los pezones con agua contaminada.

Los hallazgos respaldan la necesidad de múltiples mitigaciones, incluida la protección respiratoria y ocular para los trabajadores agrícolas, la desinfección del equipo de ordeño, el tratamiento de la leche y las aguas residuales contaminadas para inactivar el virus y la identificación de las vacas infectadas, incluso aquellas que no muestran síntomas clínicos.