El denominado caso del ‘donante 7069’, alias ‘Kjeld’, ciudadano danés cuyo semen, con una mutación genética cancerígena, fue distribuido durante al menos 15 años por un banco europeo de Dinamarca y usado en 67 clínicas de 14 países europeos, entre ellos España. … Aquel uso sin control ha dado lugar al nacimiento de 197 niños nacidos vivos, que ha dejado al descubierto la falta de control de los sistemas de reproducción asistida.
Varios años después de que ‘Kjeld’ donara su esperma al Banco europeo de Dinamarca, se detectó en sus gametos una alteración en el gen TP53, compatible con síndrome de Li-Fraumeni, una de las predisposiciones hereditarias al cáncer más graves descritas hasta ahora. La alteración no estaba presente en la sangre del donante, sino únicamente en una parte de su esperma, de ahí que no todos los bebés nacidos de sus gametos estén afectados por la alteración genética.
Pese a que la normativa en España es restrictiva en cuanto a donaciones de semen -solo se permite concebir seis niños con esperma de un mismo donante-, nuestro país ha sido también víctima de la falta de control en Europa de estas situaciones. Según ha confirmado a ABC el Ministerio de Sanidad, con el esperma del donante danés se han engendrado 35 bebés en nuestro país, tres de ellos portadores de la mutación genética que les predispone a padecer cáncer y uno de ellos ya con la enfermedad desarrollada. Del total de los niños concebidos, solo 10 han nacido en España, el resto eran mujeres que recalaron en nuestro país para someterse a un tratamiento y luego volvieron a sus países.
Tras tenerse conocimiento de que el esperma del ‘donante 7069’ era peligroso, el Banco Europeo de Esperma lo bloqueó en noviembre de 2023. Sin embargo, entre 2006 y 2023, ya se había enviado a 67 clínicas de 14 países europeos y con él se habían concebido ya 197 niños.
Especialistas en reproducción asistida y expertos legales en este campo consultados a ABC coinciden en la necesidad de establecer un registro único de donantes en Europa o de mejorar la coordinación entre los registros de los diferentes países miembros para evitar nuevas situaciones de riesgo. Insisten también en la necesidad de consensuar en toda Europa un número de nacimientos por donante para «evitar escándalos como el que nos ocupa».
Registro único de donantes
En España, la donación de gametos está regulada por ley. La norma establece el anonimato del donante y un máximo de seis hijos nacidos por donante en todo el territorio nacional. También prevé la confidencialidad de la identidad de los donantes. Sin embargo en otros países no es tan restrictiva. En Dinamarca, por ejemplo, la donación no es anónima y el límite establecido es que el esperma de un mismo donante no llegue a más de 12 familias, un límite «poco estricto» a juicio de los expertos españoles.
Desde la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (Eshre por sus siglas en inglés), el sentimiento es similar. En un documento de esta sociedad científica fechado en noviembre de 2025, al que ha tenido acceso este diario, los especialistas europeos se postulan a favor de «establecer un límite internacional al número de hijos por donante para reducir la mercantilización entre las personas concebidas por donante y los donantes, y para brindar claridad y seguridad en las expectativas de todas las partes». Y piden a la UE que se imponga un límite europeo si no se puede poner mundial. Aboga, además, por que «cualquier límite al número de hijos por donante debería establecerse en función del número de familias, en lugar del número de hijos individuales nacidos». En concreto, 50 familias por donante.
«En España si se superan los seis nacimientos se bloquea al donante y eso es una forma de evitar males mayores»
Fernando Abellán
Asesor legal de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF)
El pronunciamiento de la Sociedad Europea se produce un mes antes de que haya estallado el escándalo danés en los medios. Fernando Abellán, asesor legal de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) da fe de las garantías del marco normativo y legal español. «Si se superan los seis nacimientos se bloquea al donante y eso es una forma de evitar males mayores», afirma en declaraciones a este medio. Sin embargo, Abellán expresa su preocupación por la falta de control de las donaciones en otros países. «Está claro que los daneses no llevan un control exhaustivo de sus propios donantes y eso puede tener consecuencias. Con un registro único en Europa esto no hubiera ocurrido», señala.
«El caso europeo refleja problemas estructurales de trazabilidad y control que en España están muy regulados»
Jaime Guerrero
Responsable del Programa de Donación de Ovocitos de Instituto Bernabeu
A juicio del doctor Jaime Guerrero, responsable del programa de donación de ovocitos del Instituto Bernabeu, «el caso europeo refleja problemas estructurales de trazabilidad y control que en España están muy regulados. Nuestro modelo contrasta con el de otros países, donde la distribución internacional de muestras dificulta el seguimiento y multiplica los riesgos regulatorios. Además, contar con un banco de gametos propio, como tenemos en Instituto Bernabeu, nos permite no recurrir a bancos externos, lo que nos asegura un exhaustivo control directo sobre las analíticas y los estudios genéticos realizados a cada donante».
«A la mínima sospecha, las clínicas españolas tienen un procedimiento claro: se notifica de inmediato a la autoridad sanitaria a través del Registro Nacional de Donantes, que coordina los avisos mediante la unidad de Biovigilancia, SIRHA (Sistema de Información de Reproducción Humana Asistida). Este mecanismo permite bloquear nuevas donaciones, activar investigaciones y comunicar el riesgo a los centros implicados», aseguran desde el Instituto Bernabeu.
Por su parte, Josep Pla, coordinador global en Genética Reproductiva del grupo IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad) coincide con Abellán y Guerrero en la necesidad de una homogeneización de criterios en el control de las donaciones de semen a nivel europeo. «Lo que ha ocurrido ahora es fruto del limbo legal que hay en Europa. En España, la situación está muy controlada», asevera Pla.
«Hubiera sido un cortafuegos»
El andrólogo Luis Malca, director del Banco de Donantes de Semen de la Fundación Puigvert de Barcelona, coincide con el resto de expertos consultados en que con la normativa actual «no hubiera podido evitarse que una persona con un gen cancerígeno en su esperma donara semen porque los cribados de los bancos de semen se centran en enfermedades recesivas prevalentes como la fibrosis quística o la talasemia». No obstante, subraya que «un registro único de donantes en Europa con limitaciones como en España al número de nacimientos por donante hubiera actuado de cortafuegos y el impacto de esta situación hubiera sido menor».