Nico Brussino (Cañada de Gómez, 1993) es un argentino calmado; quemó toda su agitación de joven. Empezó a destacar joven, cuando «pataleaba» por todo y … su carrera tuvo que frenarse por dos problemas de salud: celiaquía y, sobre todo, el síndrome Wolf Parkinson White (WPW). El corazón le latía demasiado rápido por una inusual conexión eléctrica entre las aurículas y los ventrículos. Le colocaron un catéter y volvió a enchufar triples. Llamó la atención del Baskonia, pero la NBA llegó antes. Jugó 58 partidos antes de convertirse en un rostro reconocibles de la ACB (sexta temporada en Gran Canaria). Su conexión con el conjunto azulgrana no acabó ahí.
– De Cañada de Gómez es Sconochini.
– Y Leo Mainoldi. Es una ciudad pequeña, de 40.000 habitantes. Nos conocemos todos. Hay poco para hacer pero me gusta estar allí de vacaciones. Hugo se fue a los 17 y ya vuelve poco. Y Marcelo Nicola jugó en el Sport Club Cañadense, que en aquella época había buen equipo. Es el equipo rival del que jugué yo, el ADEO. Era el derbi. Estaban picantes entonces.
– ¿No le interesó antes el fútbol?
– Yo seguía a mi hermano y empecé con 5 años como él. Después, en el colegio, nos empezó a gustar el fútbol. Fui portero, pero nunca a nivel federado. Con los pies no era tan bueno pero atajando me salía bien.
– Es de los pocos jugadores argentinos calmados.
– Ahora sí pero tuve mi época negra. Antes me enojaba mucho y no me hacía bien. Me picaba muy fácil. Y también conmigo mismo. Si no me salían las cosas, pataleaba para todos lados. Hoy no lo expreso tanto.
– ¿Entonces era base?
– Sí, el estirón lo pegué a los 17. Medía 1,70-1,75 y seguí creciendo hasta los 21 o 22. Fui de proceso lento.
– ¿Temió lo peor cuando le dijeron que era celíaco a los 19 y de seguido le llegó la arritmia?
– Yo no tengo síntomas como otros celíacos, que se brotan, o se les pone mal la piel. Yo tenía mal cuerpo varias veces y después se me pasaba. En aquella época en Argentina no había nada sin gluten. Te ofrecían una pechuga de pollo y una ensalada. Y luego con el corazón, al principio no sabían cuál era la gravedad del caso. Me dijeron que igual no podía volver a jugar. Que me digan eso, con 19 años y todo un sueño por delante… esos días la pasé mal.
– ¿Sigue teniendo que pasar revisiones?
– Sí, además del estudio habitual del club me hacen un reconocimiento específico a principio de temporada y hasta hoy está todo excelente.
Excompañero de Khalifa Diop
«Ya le decían que se tenía que enojar un poco. Si da ese paso en el carácter, el potencial lo tiene»
– Empezó a destacar en la primera división y Alfredo Salazar fue a verle a usted y a Vildoza.
– Alfredo estuvo el día que nos enfrentamos, él con Quilmes y yo en Peñarol. Y sí, hubo conversaciones. Pero yo en ese momento no lo supe. No sabía que vino a vernos. Me enteré semanas después. Justo ese verano, en 2016, fui a hacer un ‘training camp’ a Utah. Y después en septiembre me fui a hacer la pretemporada a Dallas. Me quedé y entonces no se pudo dar el salto a España.
– ¿Cómo fue su etapa NBA?
– Excelente. No sabía mucho inglés pero tenía a Barea, había un asistente mexicano, Salah Mejri, que jugó en el Madrid y sabía un poco español. Estuve cómodo pese a que era la primera vez que salía del país. Yo miraba la NBA por la tele. Mi sueño era ese, pero pensaba que mi primer paso era Europa. Pero como se me dio todo tan de pronto, cuando llegué ahí, alucinaba. ‘¿Dónde estoy?’ Me volví loco con los estadios, el nivel de los jugadores… Después en Atlanta no me adapté. Pero en global fue lindo.
– ¿Cree que aún puede jugar Euroliga?
– Es mi sueño, pero creo que ya con 32 años está difícil, no imposible. Trato de cada día mejorar también a nivel físico para que el día de mañana se me pueda dar la oportunidad, pero a esta edad y sin experiencia previa es difícil.
– ¿Cómo se sobrelleva una temporada con más de 100.000 kilómetros de vuelo?
– Al principio de temporada no te das cuenta Pero cuando hay un parón, te pones a pensarlo y es una locura.Luego cuesta más esa rutina de aeropuerto, avión, escala y hoteles. Pero prefiero viajar así a jugar solo una vez a la semana.
– El Baskonia no gana en Gran Canaria desde aquella exhibición de Howard en 2022 con nueve triples.
– Fue impresionante. Tuvo su día y lo que más recuerdo fue que la gente se lo reconoció, que le ovacionó. Espero que esta vez no pase. Aunque ya ante el Madrid reapareció…
– En aquel entonces jugaba Khalifa Diop con ustedes.
– Era muy trabajador, alegre, positivo y muy joven.Ahora creo que tiene más experiencia y sigue siendo joven. Se desvive por el equipo. No le salen las cosas pero siempre lo hace con la mejor intención. Es muy buena gente. Aquí ya le decían que se tenía que enojar un poco, pero es así. A ver si cuando sea más grande da ese paso adelante en el carácter, porque el potencial lo tiene.

