El estreno de El refugio atómico ha sido uno de los grandes hitos del año en materia de producción local. Netflix llevaba meses trabajando en el lanzamiento de lo que se esperaba que fuera un nuevo exitazo de la mano de los creadores Álex Pina y Esther Martínez Lobato, dúo creativo detrás del pepinazo de La casa de papel y su spin-off Berlín y artífices también de otras series como El embarcadero, White Lines o Sky rojo, por nombrar otros trabajos muy conocidos.
Sin embargo, se ha anunciado su cancelación. ¿Por qué? Parece ser que no ha cumplido sus objetivos de visionado y tanto público como crítica mostraron una enorme decepción por el resultado final. A grandes rasgos, era una producción muy cuidada y con medios, pero con un guión y unas interpretaciones muy endebles. Ni sus locos giros ni sus enrevesadas tramas amorosas, bien condimentadas de picantes escenas de sexo, consiguieron retener la atención de los espectadores.
En su contra ha jugado la marca autoimpuesta: las aspiraciones en el mercado internacional eran inmensas pero también necesarias para cubrir el abultado presupuesto de la producción de Vancouver Media, cuyos masivos escenarios ya están siendo desmontados.
Se lanzó el 19 de septiembre y quedó en seguna posición en el Top 10 al generar 3,7 millones de visualizaciones, muy lejos de las difras de Dos tumbas (8,6 millones) o El jardinero (7,7 millones), dirigidas a un público similar.
Probablemente, las críticas negativas en redes sociales, que no se hicieron esperar, estuvieron detrás del repunte de la siguiente semana en la que experimentó una subida hasta, ahora así, alcanzar el número uno con 10.3 millones de visualizaciones para caer después a la cuarta plaza y salir del top 10 a principios de octubre… No había pasado ni un mes.
En pocas palabras: fue un fenómeno que se disipó rápidamente en lugar de conseguir un éxito sostenido en el tiempo como se esperaba y deseaba. En este punto habría que contar con un dato del que no disponemos: la famosa «tasa de completitud». ¿Cuántos de los usuarios de Netfllix que le dieron al «play» llegaron hasta el final de la serie? Al tratarse de una métrica de medición interna, carecemos de la cifra, pero es un factor clave para decidir la renovación o cancelación de una serie, lo que nos hace presuponer un número bajo o, como poco, inferior al previsto.
De El refugio atómico se habían hecho afirmaciones tan grandilocuentes como las de Diego Ávalos, vicepresidente de contenido en España y Portugal que llegó a decir: «es la serie más ambiciosa que he visto en la historia de España, no solo por su presupuesto sino también por su narrativa, estructura y construcción de personajes». Pues bien, la audiencia, ha hablado y prefiere la calidad a lo artificioso. Lo mismo es el momento de recogerse en los personajes, de trabajar en proyectos más pequeños, originales y auténticos y salir de la estela de lo que funcionó en el pasado. Ya se pensará en los decorados después…