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León, julio de 1967. Andrés García Quijada, Alberto Muñiz Sánchez y José Miguel de Prada Poole firmaron este proyecto para Manuel Muñiz Alique como titular de PROMINSA en representación de 45 copropietarios, en un solar de la Avda. Reino de León c/v a dos calles de nuevo trazado, hoy Juan de Herrera y St. Toribio de Mogrovejo, en el Barrio de Santa Ana, y cuyas obras dirigieron con el aparejador Juan Martínez Guisasola. Levantaron el edificio con forjados cerámicos sobre pilares y vigas de hormigón armado. Excavaron un sótano para servicios comunes. Destinaron la planta baja a locales comerciales y a dos portales con su escalera y ascensor para bajar al sótano y subir a nueve plantas (la última retranqueada), con 45 viviendas de «tipo económico»; las zonas «de día» y «de noche» bien articuladas. Idearon las fachadas tripartitas. En la base, las portadas entre los huecos de los locales. En el cuerpo principal, el bloque de viviendas, Y en la coronación, un ático retranqueado. Resolvieron la intersección oblicua de las calles con un escalonamiento justificado por la geometría, la orientación y el soleamiento. Manejaron con destreza la distribución de huecos en fachada, clave en la composición de unos grandes muros levantados con ladrillo visto aparejado a soga y pautado por impostas a sardinel dibujando antepechos y forjados que contraponen su horizontalidad al efecto ascendente de hileras verticales de terrazas poligonales (hoy la mayoría acristaladas), y columnas de tendederos cerrados con celosía cerámica… Más «arquitectura normal y corriente», carente de elementos ornamentales y testimonio de un tiempo en que se priorizaba resolver los programas funcionales agotando la edificabilidad concedida por el Plan, con racionalidad constructiva e indudable voluntad expresiva, potenciada por la unidad de textura y material en una composición equilibrada, hoy lamentablemente alterada por el acostumbrado cierre de terrazas que ha devaluado su imagen original.