Carlos III está mejor. El rey británico ha contado en un vídeo emitido este viernes en el Canal 4 como parte de una campaña de prevención del cáncer, Stand Up to Cancer, que el próximo año podrá reducir el tratamiento contra la enfermedad. En ningún momento dice que el cáncer haya desaparecido ni remitido, pero por sus palabras se deduce una mejoría de la enfermedad: “Puedo compartir con ustedes la buena noticia de que, gracias al diagnóstico temprano, la intervención eficaz y el cumplimiento de las prescripciones médicas, mi programa de tratamiento contra el cáncer podrá reducirse en el nuevo año”.

Se trata de un “hito” en su enfermedad que recibe como “una bendición personal”, aparte de considerarlo “un testimonio de los notables avances que se han logrado en el tratamiento del cáncer en los últimos años”. Es su forma de “alentar” a otros en la importancia de la detección temprana —porque el “50% seremos diagnosticados con esta enfermedad en algún momento de nuestras vidas”—, algo fundamental en el diagnóstico del cáncer sobre lo que ha insistido el rey en varias ocasiones: anima a quienes evitan pruebas que “pueden ser aterradoras, vergonzosas o incómodas”, porque pueden ser la oportunidad para “salvarles la vida”, y el rey ha pedido a los británicos que incluyan entre sus propósitos para 2026 las revisiones precisas para la detección de un posible cáncer de manera temprana.

En este inusual mensaje, Carlos III habla de su “propia experiencia”, de lo “abrumador” que puede resultar un diagnóstico de cáncer, pero también de la “clave” de la detección precoz que “puede transformar los caminos del tratamiento, brindando tiempo a los equipos médicos y, para los pacientes, el precioso regalo de la esperanza. Estos son regalos que todos podemos ayudar a entregar». Ha confesado algo que le ha “conmovido profundamente” a lo largo de un camino que comenzó en enero de 2024 cuando fue hospitalizado para tratar una hiperplasia benigna de la próstata y los médicos descubrieron que padecía cáncer —no se ha revelado ni de qué, aunque se ha descartado que sea de próstata, ni en la fase en la que está—: se refiere a lo que llama “la comunidad de atención que rodea a cada paciente con cáncer, los especialistas, los investigadores y los voluntarios que trabajan incansablemente para salvar y mejorar vidas”. Unas palabras con todo el peso de la realidad pero al mismo tiempo llenas de esperanza: “los momentos más oscuros de la enfermedad pueden iluminarse con la mayor compasión. Pero la compasión debe ir acompañada de acción”, insiste.

El mensaje es importante no solo por lo eminentemente relacionado con la salud del monarca de 77 años, sino porque no es habitual que un rey hable de una forma tan abierta y sincera sobre el cáncer que padece. Con traje de raya diplomática, el rey se muestra aparentemente tranquilo en este vídeo grabado a finales de noviembre en su casa Clarence House.

Desde Buckingham se ha aclarado que a partir de ahora y debido a la “excepcionalmente” buena respuesta al tratamiento por parte del monarca, “sus médicos aconsejan que las medidas actuales pasen a una fase de precaución. Esta situación se supervisará y revisará continuamente para proteger y priorizar su recuperación”.