Apenas 42 días va a permanecer abierta la casa de ‘Gran hermano’ en su vigésima edición. Ni siquiera tan redonda efeméride ha servido a Telecinco para reenganchar a los fieles del formato que, en esta ocasión, no se han sumado a las tramas de los concursantes ni a las galas del ‘reality’. El rey de la telerrealidad se cerrará el jueves 18 de diciembre, a las 21.45 horas, en una final apresurada, conducida por Jorge Javier Vázquez, que pondrá el broche a una temporada extraña en los 25 años del formato. ‘GH’ se acaba y hasta sus últimos coletazos pasan inadvertidos entre los espectadores. Fin de ciclo para un programa que cambió la historia de la pequeña pantalla en España y revolucionó la forma de hacer televisión, especialmente en Mediaset.
‘Gran hermano’ inició su última edición el pasado 6 de noviembre. Lo hizo con una importante novedad: una nueva casa más avanzada tecnológicamente en la localidad madrileña de Tres Cantos, dejando atrás su anterior y más emblemática ubicación en Guadalix de la Sierra. «Una revolución completa», según los responsables del programa y de la productora Zeppelin que, sin embargo, no ha servido para llamar la atención.
Empezó bien, pero se desinfló El ‘reality’ dio el pistoletazo de salida con un resultado relativamente bueno para los tiempos actuales de la televisión: un 15,8% de ‘share’ y 889.000 espectadores. Sin embargo, en las sucesivas semanas, la audiencia se ha desplomado, obligando a la cadena a precipitar su final.
Fue el propio Jorge Javier Vázquez quien comunicó el último jueves a los concursantes que ‘Gran Hermano’ acabaría antes de las navidades y no en el año nuevo, tal y como estaba previsto en los planes iniciales. «¡Qué rápido se me ha pasado esta edición!», exclamó el presentador con su habitual ironía. En esta gala, el programa decidió meter el acelerador de una manera inédita: expulsaron durante la noche hasta a cinco concursantes de golpe. Es decir, la mitad de la casa del ‘reality’ se vació. ¿El resultado? Un nuevo mínimo histórico. Un 8,8% de cuota de pantalla y apenas 510.000 espectadores. En la franja de ‘access prime time’ -Telecinco parte en dos las galas para minimizar el golpe de ‘La revuelta’ y ‘El hormiguero’- el resultado fue más catastrófico: 5,7% de ‘share’ y 687.000 seguidores. Un dato escalofriante para un formato que reunió audiencias millonarias y fue un fenómeno social. La cadena quedó, en esa franja, en última opción, solo por delante de La 2.
Una cadena en mínimos
¿Por qué ha fracasado la edición? La respuesta puede contener muchas teorías. Una clave está en la situación de crisis de audiencia e imagen que vive actualmente Telecinco, abandonada por una parte de sus espectadores. En noviembre, la cadena promedió un 9% de cuota, el peor de su historia, y muy lejos de La 1 (12,3%) y Antena 3 (13%). El ‘reality’ ya partió con una base de datos baja, dentro de una programación diaria que también ha virado hacia otros contenidos más de actualidad política o social, alejándose del corazoneo que invadía la parrilla en época de Vasile.
También, a diferencia de otras etapas, ‘Gran hermano’ ha tenido que rivalizar con contenidos similares en la misma cadena u otros soportes que gustan más a las nuevas generaciones. Es el caso de ‘La isla de las tentaciones’, también en Telecinco, cuyo éxito ha opacado al veterano ‘reality’. El formato presentado por Sandra Barneda, que pone a prueba la fidelidad en el amor, es una de las pocas alegrías del canal. En su última entrega del lunes anotó un gran 15,2% de ‘share’ y más de 1,1 millones de espectadores. Además, ‘GH’ ha coincidido en emisión con ‘Operación Triunfo’, en Prime Video, espacio que explota la telerrealidad con un canal en directo en Youtube.
También se ha tenido que ‘enfrentar’ a ‘La casa de los gemelos’, un polémico ‘reality’ donde insultos y peleas parecen no tener límites. El formato ha ocupado gran parte de la conversación social en X o TikTok.
En menos de una semana, ‘Gran hermano’ cerrará su ojo. Este domingo volverá a expulsar a uno de sus concursantes entre Aniquilino, Cristian, Desirée, Raúl y Rocío. El jueves habrá cuatro finalistas y solo un ganador. La casa con concursantes anónimos echará el pestillo y el formato cerrará un ciclo de 25 años de televisión en directo.