Albert Rivera ha rechazado en numerosas ocasiones su vuelta a la política. Considera que su etapa en su antiguo trabajo ya ha finalizado, y desde que se apartara en 2019, tras años en primera línea con Ciudadanos, se ha mantenido al margen de … todo el jaleo político. Eso sí, pese a dejar de trabajar en el partido liberal, sigue reafirmando la importancia de ese sector en la sociedad española en cada ocasión que tiene delante de un micrófono.
Abogado de formación, el catalán ha orientado su carrera hacia el mundo empresarial y jurídico. Actualmente es socio del despacho RV+ y colabora con proyectos de asesoramiento estratégico y liderazgo corporativo. Su discurso, centrado ahora en la gestión y la empresa privada, mantiene el tono analítico y crítico que marcó su etapa política.
El abogado y empresario sigue compartiendo su visión sobre el futuro de España a través de colaboraciones en medios y conferencias, enfocándose en críticas a la gestión actual del Gobierno de Pedro Sánchez y en la necesidad de reformas estructurales.
«Los que nunca se movilizaron durante los últimos años lo harán a las primeras de cambio»
Durante su participación en el pódcast de Ac2ality, Rivera reflexionó sobre el panorama político español y anticipó un escenario de fuerte polarización tras las próximas elecciones generales. «Si después de las próximas elecciones generales se forma un gobierno de centro-derecha, aquellos que nunca alzaron la voz ni se movilizaron durante los últimos ocho años lo harán a las primeras de cambio, por el motivo que sea», señaló.
Según el exdirigente, cualquier reforma o ley impulsada por ese hipotético gobierno enfrentaría una intensa contestación social «por necesaria que sea». «Si gana Núñez Feijóo y gobierna, yo vaticino que la izquierda se va a movilizar», advierte.
El expolítico apunta que no sabe el por qué, pero lo que tiene claro es que «es una lógica que la izquierda domina mejor la propaganda, la calle y moviliza más, no digo que esté bien, solo estoy analizando».
El que fuera líder de Ciudadanos y candidato a presidente del Gobierno defiende la necesidad de estabilidad institucional y de moderación real en la política española, valores que, asegura, faltan en el actual debate público.
Aunque se mantiene alejado de la política activa, su diagnóstico deja entrever su preocupación por el bloqueo y el clima de confrontación que, en su opinión, siguen marcando el rumbo del país. «En cuanto cambie el gobierno y cambien media coma, toquen medio punto o retoquen alguna reforma, estoy seguro de que tendremos movilizaciones, empezando por los partidos políticos de la izquierda que hoy gobiernan», avanza.