Daniel Herrera Rodríguez

Domingo, 14 de diciembre 2025, 18:03

Pasado el temporal propiciado por la borrasca Emilia en las islas, el Dreamland Gran Canaria continúa a la espera de la resolución que dictamine la Liga Endesa con respecto a la nueva fecha del encuentro entre el equipo claretiano y el Kosner Baskonia, un duelo que comienza a generar cábalas ante la saturación que presenta el calendario para ambos equipos.

De hecho, ambos equipos, con las competiciones continentales por medio, tienen prácticamente imposible rescatar este encuentro -que en principio se tenía que jugar este pasado sábado 13 de diciembre en el Arena- en esta recta final de 2025, unos por la Basketball Champions League y otros por la Euroliga.

Fuentes del club aseguran que la decisión de la ACB se demorará, por lo menos, hasta mediados de esta semana, tomando forma la fecha del martes 13 de enero al ser la ventana más factible para los dos equipos. Cabe recordar que el conjunto vitoriano tiene una hoja de ruta más cargada por los compromisos continentales, mientras que el Granca, con el billete y el liderato del Grupo H en el bolsillo -este martes disputa su último encuentro de la primera fase en Siete Palmas ante el SL Benfica- disfruta de una relativa flexibilidad, a la espera de que se confirmen las fechas del Round 16.

Cabe recordar que, según fuentes consultadas por CANARIAS7, el Baskonia quiso disputar sí o sí el encuentro incluso el mismo sábado, algo que desde el Cabildo se descartaba de manera taxativa ante la dimensión que había tomado el temporal en la isla redonda. Incluso quisieron apurar al domingo por la mañana, pero las instalaciones, cerradas a cal y canto por la citada borrasca, hacía imposible su habilitación y acondicionamiento en tiempo récord, teniendo en cuenta además que al resto de clubes y competiciones estaban canceladas también el domingo ante la evolución de los fenómenos atmosféricos que habían llevado a mantener las alertas.

Ya por logística, la propia instalación de la cobertura televisiva suponen unas cinco horas mínimo, sin obviar la movilización de los trabajadores municipales que tienen que quitar los precintos y abrir las correspondientes instalaciones, así como los voluntarios y trabajadores. Todo ello incluso si se contemplaba a puerta cerrada.

Por ello, el conjunto vitoriano tomó el viaje de vuelta este domingo siguiendo el guion inicial, si bien desde el club se ha echado en falta algo más de empatía por parte de la expedición vitoriana, teniendo en cuenta que prácticamente toda la actividad deportiva se había suspendido este fin de semana.

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