Su trabajo sobre el ‘Impacto clínico de las variantes patogénicas en el gen HNF1B’, identificadas en 53 pacientes tras un estudio de los miles que incluye el mapa genético de personas con enfermedad renal del laboratorio compostelano, acaba de ser distinguido en el Congreso de la Sociedad Gallega de Nefrología

¿En qué consiste el trabajo premiado por la Sociedad Gallega de Nefrología?

Seleccionamos de entre todas las personas de nuestra base de datos estudiadas por diferentes patologías que se sospecha que pueden ser genéticas, y elegimos aquellas que tenían alterado el gen HNF1B. Identificamos 53 portadores de alteraciones en este gen con tres tipos de variantes.

¿De un grupo de cuántas personas identificaron 53 portadores?

La cifra exacta no la recuerdo, pero son miles porque el estudio se basa en el mapa genético de pacientes con enfermedad renal realizado por el laboratorio de NefroCHUS que dirige Miguel Ángel García González, así como por todos los servicios de Nefrología de Galicia. No llegaba al 1% la prevalencia porque, si no rara, no es al menos una enfermedad frecuente.

¿En qué se centró el análisis?

Lo que hicimos fue analizar a todos los que tenían alteraciones, observando que había una clínica bastante diferente entre unos y otros, ya que este gen puede afectar a muchos órganos distintos. Estudiamos a qué se podían deber esas diferencias y, para ello, los dividimos según las alteraciones en tres tipos: microdelección 17q12, mutaciones truncantes y missense. La microdelección es más frecuente en estos casos, el 40% del total; en el segundo tipo hay un cambio más radical en la proteína, con afectaciones más severas, y en el tercero las modificaciones son pequeñas.

¿Qué significa que las mutaciones truncantes tienen afectaciones más severas?

Que los portadores con esta alteración tienen peor patología renal, pero no solo, porque también se observan manifestaciones no renales, asociadas a anomalías psiquiátricas o al neurodesarrollo. Lo que vimos es que este gen interviene en muchos procesos y, aunque no sea tan grave renalmente, puede serlo en otros aspectos.

¿Qué supone este reconocimiento para usted?

Una alegría y, además, lo agradecemos mucho porque al final todos colaboramos un poco. Es el fruto de un trabajo en equipo, sobre todo en cuanto a recopilación de la parte clínica.

¿Seguirá profundizando en esta investigación?

Ahora estamos viendo a ver si lo publicamos y, como este gen es un poco complejo, creemos que sí que sería interesante seguir tras este primer acercamiento.

¿Cómo se descubre este gen?

Haciendo un estudio genético. Normalmente lo solicitan los clínicos ante alguna sospecha de manifestaciones que por ejemplo no son normales para la edad, o por antecedentes familiares. Ese estudio nos permite ver la alteración genética y, si es una mutación truncante, que resulta más agresiva a nivel renal, se le puede hacer un seguimiento más exhaustivo y recomendarle un estilo de vida que le favorezca.

¿El estudio genético de esos pacientes se realiza en Santiago?

Sí, se lleva a cabo en NefroCHUS o Xenómica, hay bastante comunicación entre ellos, y depende de a dónde envíe el servicio.

¿Qué le llevó a este trabajo?

Estudié bioquímica en Granada y estoy realizando la tesis en el laboratorio de NefroCHUS desde hace dos años. Desde el grado y el máster me fui enfocando hacia la genética, se me presentó la oportunidad de hacer aquí la tesis porque ofertaban un puesto predoctoral y me vine porque Santiago es muy potente en genómica.

Un laboratorio referente en genética renal

Liderado por Miguel Ángel García González, el laboratorio de NefroCHUS fue el primero acreditado junto a la Fundación Pública de Medicina Xenómica para el diagnóstico genético asistencial. Una labor que realiza para todos los servicios de Nefrología de los hospitales públicos gallegos, contribuyendo a generar una línea estable de recursos que se reinvierten directamente en investigación.

Fundado en 1999 por Xosé Manuel Lens, y estructurado en las áreas de diagnóstico genético asistencial y de investigación, es hoy todo un referente en la genética renal en Galicia.

Cuenta con tres patentes, dos de ellas licenciadas, y lleva a cabo iniciativas como la investigación sobre la enfermedad de Dent, gracias a la aportación de la asociación gallega de pacientes ArtForDent, que recaudó casi 200.000 euros para ello.

Con una estrategia centrada en la elaboración del mapa de las enfermedades renales hereditarias en Galicia, dentro de un esfuerzo coordinado con la Sociedad Gallega de Nefrología y con la colaboración de los hospitales gallegos, han permitido identificar y registrar a miles de pacientes, estableciendo protocolos comunes entre los centros hospitalarios, y demostrando que la investigación es capaz de transformar de forma directa la asistencia sanitaria.