“Toda mi vida ha girado en torno al deporte”, destaca Ramón Nogué (Vic, 1946), presidente de la Federació Catalana de Golf y artífice de uno de los mayores logros deportivos de Cataluña: la llegada de la Ryder Cup 2031 a Girona.
El deportista empezó su carrera deportiva entregado al hockey sobre patines, que le llevó a lo más alto. Se formó en el Club Patí Voltregà y lo ganó prácticamente todo en los años 60 y 70, convirtiéndose en campeón del mundo en cuatro ocasiones.
De los patines al césped
Ingeniero textil de formación, llegó a fundar su propia agencia de publicidad, que dirigió durante más de tres décadas y que actualmente gestiona su hijo. Eso sí, siempre compaginando su trayectoria profesional con el amor por el deporte. Años más tarde, decidió reemplazar el palo de hockey por el de golf.
“Es el único deporte con el que se puede competir a cualquier edad y permite andar lo suficiente para mantenerse en forma. Y si estás cansado, coges un bugui y sigues”, explica el dirigente. “No hay otro deporte igual”, exclama.
Decantarse por el golf le dio la oportunidad de fundar su propio club en los años 90, el Club de Golf Montanyà, en Osona, situado en pleno parque natural del Montseny. Posteriormente, pasó a ocupar la presidencia de la Federación Catalana de Golf.
Años de negociaciones
Como máximo representante de este deporte en la comunidad, reconoce que la Ryder Cup supone “poner a Cataluña en el foco del circuito mundial del golf y una gran oportunidad para todos los clubes” tras cuatro años de trabajo intenso y negociaciones con siete ministerios.
Finalmente, Cataluña lo recibirá en 2031 en Caldes de Malavella (Girona), De hecho, se trata de uno de los cuatro eventos deportivos más importantes del mundo, junto al Mundial de fútbol, los JJOO y la Copa del América.
Nogué admite que el cambio político fue clave. “Con ERC no tuvimos tanta suerte. El Govern actual, en cambio, ha sabido valorar el potencial estratégico del evento para el país. Le agradezco al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y al conseller de presidencia, Albert Dalmau, su compromiso total”, subraya. Asimismo, destaca el papel preeminente de Foment del Treball.
Impacto económico
Nogué destaca que la Ryder Cup es mucho más que un torneo. “El turista de golf deja ocho de cada diez euros de gasto en restauración, alojamiento y transporte. Y lo mejor es que no se queda en Barcelona, recorre el territorio en busca de los mejores campos de golf”, argumenta.
El impacto previsto supera los 1.300 millones de euros, con una audiencia televisiva de 600 millones de personas. “Prevemos superar las cifras de Roma, con 300.000 asistentes presenciales”, augura.
- ¿Qué significa para usted traer la Ryder Cup a Cataluña?
- Ha sido un proceso muy largo que se inició hace cuatro años y, como representante del golf en el territorio catalán, supone un orgullo y poner a Cataluña en el foco del circuito mundial de este deporte, así como una gran oportunidad para todos los clubes, que podrán aprovecharse de ella para crecer. Marcará un antes y un después para este deporte en Cataluña.
- Concretamente, ¿qué va a aportar esta competición al deporte catalán?
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Ayudará enormemente en la promoción del golf en el territorio, desde las escuelas hasta los torneos. Además, no se trata de un evento puntual, sino que sus efectos empezarán el año 2026 y terminarán cinco años más tarde de su celebración.
Su impacto no se va a quedar solo en Caldes de Malavella ni en Girona. Esto es algo que el Govern tuvo muy claro desde el principio. De hecho, durante este tiempo, se trasladarán a Cataluña hasta cuatro Opens, que se celebrarán en cada una de las provincias catalanas.
Además, La Caixa ha puesto a nuestra disposición todos los Caixa Fórum para aumentar la divulgación sobre este deporte, y en ello participarán todos los clubes.
- Se prevé que el impacto económico sea notable…
- Sí, sobre todo, porque el turista que viene a jugar al golf, de cada diez euros que gasta, dos los dedica a este deporte, mientras que los ocho restantes van a parar a gastronomía, hospedaje, coches, comercio o vuelos, entre otros, según un estudio reciente. Además, se trata de un turista de alto poder adquisitivo e itinerante, que no viene a la capital, sino que va en búsqueda de los territorios donde se encuentran los campos.
- ¿Cómo se traduce esto en cifras económicas?
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Prevemos superar las de la última celebración en Roma, cuando se batieron todos los récords. Allí se consiguió una audiencia de 600 millones de personas por televisión, una asistencia de 300.000 personas y un retorno económico en la provincia de 1.300 millones de euros, según un estudio de Foment del Treball.
Se trata del único torneo en que los jugadores profesionales no cobran debido a la importancia que supone jugar en él.
- ¿Qué presupuesto se invertirá para la celebración?
- Desde el año 2026 hasta el 2035, se invertirán más de 150 millones de euros, de los cuales 40 los aportará la Generalitat de Cataluña. Gracias a esta inversión, se espera que mucha gente se acerque al territorio a visitar los campos de golf, entre otros aspectos. Actualmente, el territorio concentra 39 campos.
- ¿Conseguirá Cataluña ser pionera en este deporte gracias a la Ryder Cup?
- Cataluña tiene campos, clima y situación geográfica para serlo. Además, llevamos muchos años trabajando duro para tener las mejores condiciones y sostenibilidad.
- ¿Qué instituciones y actores han sido claves para hacerlo posible?
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Las deliberaciones finales han ido a cargo de la Generalitat, el Consejo Superior de Deportes y la Ryder Cup, además de Emilio Cuatrecasas como intermediario.
Para poder llevar a cabo el acuerdo, además, ha sido importantísimo el cambio de Gobierno, porque ha sabido valorar el potencial estratégico del evento para el país. Agradezco tanto al presidente Illa como al señor Dalmau todo el esfuerzo para hacerlo realidad. Con ERC no tuvimos tanta suerte y quizás con ellos no lo habríamos conseguido.