La firma, que ya suma más de 700 hectáreas plantadas, considera fundamental reforzar la relación con quienes trabajan la fruta desde el campo. “Hay que contar con la visión de quien está al otro lado y actuar como partner del agricultor. No se trata solo de conceder una licencia, sino de ayudarle a que obtenga rentabilidad”, señala Joan Antoni Caballol, CEO de la firma Sando Clementine.
Formación y asesoramiento gratuito
La nueva oficina nace con una vocación práctica. Desde ella se impartirán formaciones técnicas en grupos reducidos, dirigidas tanto a agricultores independientes como a socios de cooperativas, con un propósito claro: conseguir calibres adecuados, fruta de mayor calidad y mejores precios en la comercialización.
El apoyo será gratuito para todos los licenciatarios, incluyendo visitas de campo, análisis de problemas específicos y recomendaciones sobre manejo y riego. Una filosofía muy definida: “Educar al mercado cuesta, pero no educar es mucho más caro”, afirma Caballol.
Este asesoramiento individualizado también pretende preservar el producto final. El directivo recuerda que “una clementina puede comerse como “un bombón”, pero no si se fuerza su maduración ni si se cosecha antes de tiempo”. Su labor formativa incluye, por tanto, también el impulso de una cultura de calidad orientada al consumidor.
El plan de expansión de la variedad mantiene un principio claro: crecer ordenadamente y con agricultores que trabajen la fruta con responsabilidad, evitando la especulación y revisando caso por caso las licencias. La firma ha retirado ya algunas cuando no cumplían los estándares exigidos.
Paralelamente, Sando acelera su implantación internacional. La variedad ya está en Calabria (Italia) y se encuentra en fase avanzada en Sudáfrica, donde se han plantado los primeros árboles tras superar la cuarentena. También avanza en Australia, con material en fase final antes de los primeros ensayos de campo, y en California, donde esperan superar la cuarentena en los próximos meses. El siguiente destino será Perú, con trámites administrativos ya iniciados.
NOTICIA RELACIONADA: Sando, un valor seguro
Este salto al hemisferio sur permitirá alargar la presencia de la variedad en los lineales y mantener estabilidad de precios, gracias a producciones complementarias entre España y otros orígenes.
Crecimiento en ecológico
Sando considera el ecológico un camino estratégico y ya cuenta con las primeras plantaciones en la provincia de Castellón, a modo de test, sumando también productores con experiencia como Citruslandia y nuevas plantaciones en Huelva, donde el cultivo comienza a consolidarse.
Caballol reconoce que el ecológico “está sufriendo”, pero también detecta un consumidor fiel y un nicho premium con recorrido, especialmente en variedades con buena conservación y resistencia a plagas, como es el caso de Sando.
Una clementina para educar el consumo
El directivo insiste en la necesidad de educar al mercado y al consumidor. En su filosofía, no sólo importa la apariencia: el sabor repetible es lo que genera consumo, y en un momento en el que los ultraprocesados ganan terreno, es vital que cada pieza de fruta invite a repetir.
La variedad ayuda a ello: resiste alternaria, aguanta bien en el árbol si el mercado está lento y conserva una excelente calidad organoléptica cuando alcanza su madurez óptima.

