La reurbanización del paseo de Sarasate comenzará la tercera semana de agosto con el traslado al parque de la Taconera y restauración de las estatuas de los reyes de Navarra (tan solo dos de ellas acreditadas a monarcas navarros). Un juez ha desestimado la medida cautelar de paralizar el traslado de las estatuas de acuerdo a un recurso presentado por UPN. El cronograma del equipo de Asiron (EH Bildu) mantiene, a priori, su calendario. No obstante, el juez advierte de que, si prosperase el recurso de los regionalistas, el Ayuntamiento de Pamplona se vería obligado a retornar las esculturas al céntrico paseo pamplonés, de donde nunca han salido.
Esta posibilidad de traslado y posterior regreso provocaría un nuevo embrollo en el proceso de renovación del paseo pamplonés. Y es que el proyecto ganador del concurso, ‘Isolíneas’, no contempla en su diseño la incorporación de las regias esculturas, cuyo traslado a la Taconera ya figuraba en el pliego del certamen. Los parterres actuales, donde se levantan las estatuas, desaparecerán en favor de 16 zonas verdes, lo que impediría su reubicación en el mismo punto. El Ayuntamiento de Pamplona conoce esta situación, pero mantiene el plan previsto.
RECURSO DE UPN
La nueva disputa entre UPN y el equipo de gobierno tripartito liderado por Asiron tiene su origen el pasado 4 de julio, cuando la Junta de Gobierno local aprobó el expediente de contratación para el traslado y restauración de las esculturas de Sarasate a su nueva ubicación en el parque de la Taconera. Al día siguiente, 5 de julio, víspera del inicio de los Sanfermines, UPN anunció que llevaría la decisión del equipo de gobierno a los tribunales.
Y así fue. Los regionalistas recurrieron el expediente ante el Juzgado Contencioso Administrativo. Para los regionalistas, se dan dos hechos fundamentales que ponen en entredicho el traslado de las regias esculturas. Por un lado, consideran que el acuerdo del 4 de julio “es ilegal en tanto que contraviene expresamente lo previsto en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Casco Antiguo” aprobado por el pleno pamplonés el 7 de junio de 2001.
UPN refiere al proyecto -nunca llevado a término- de construcción de un parking subterráneo bajo el eje central del paseo. El PEPRI decía al respecto que “se integrarán en el nuevo diseño las esculturas catalogadas que ahora flanquean el andén central”. Según los regionalistas, para trasladar las esculturas a la Taconera sería necesario modificar el PEPRI -el documento con las directrices para preservar el patrimonio del Casco Viejo pamplonés- y tal decisión debería aprobarse en pleno.
El gobierno tripartito cuenta con mayoría en el salón de plenos siempre y cuando el PSN apoye sus decisiones. Los socialistas se han mostrado favorables al nuevo proyecto, que incluye el traslado de las esculturas. No obstante, la modificación del PEPRI retrasaría aún más el desarrollo de las obras.
Por otra parte, según se desprende del auto judicial con fecha del 4 de agosto -el pasado lunes-, UPN alega “daños irreparables e irreversibles” en las estatuas -protegidas en el Plan Municipal- además de “daños irreparables” en el parque de la Taconera. El juez, sin embargo, considera que “no hay pruebas de daños irreparables”.
Precisamente por eso, permite el traslado de las esculturas a Sarasate aunque advierte de que una sentencia estimatoria del recurso de UPN obligaría a retornar las esculturas al paseo. El juez no descarta por tanto el rocambolesco viaje de ida y vuelta de las estatuas reales.
UPN asegura que el coste del traslado es de 178.000 euros
No tardó UPN en reaccionar al acuerdo del equipo de Asiron con las condiciones para el traslado a la Taconera y restauración de las esculturas que ahora se levantan en el paseo de Sarasate. El 5 de julio, víspera del inicio de San Fermín, los regionalistas lanzaron una nota de prensa en la que anunciaban que llevarían “al contencioso el traslado de las esculturas del Paseo Sarasate al incumplir Asiron el PEPRI del Casco Antiguo”.
En la nota, UPN ponía en duda que el traslado contase con el aval de la Institución Príncipe de Viana -que el consistorio anunció en nota de prensa- y cuantificaba el coste del traslado en 178.000 euros. UPN pedía al alcalde Asiron que “no malgaste el dinero de todos los pamploneses para ejecutar, de manera unilateral, algo que no puede hacer”.
Las seis estatuas reales nunca se han movido del paseo de Sarasate, adonde llegaron en 1885, procedentes del Palacio Real de Madrid. Se tallaron entre 1749 y 1759 en el taller de Giovanni Olivieri y Felipe de Castro.