Descubridor de nuevos talentos del ‘Lied’, estuvo vinculado al movimiento de Juventudes Musicales desde mitad de la década de 1950

El creador de la Schubertiada de Vilabertran, Jordi Roch, ha muerto este lunes 15 de diciembre en Barcelona a los 94 años. Referente del movimiento de Juventudes Musicales, de cuya organización fue presidente de la Federación Internacional, en 1993 creó, en el marco del ya desaparecido Festival Internacional de Música del Ampurdán, la Schubertiada de Vilabertran, que capitanea la afición por el mundo del Lied y la música de Schubert en España.

Nacido en 1931 en Barcelona, Jordi Roch estudió medicina y ejerció como médico hasta su jubilación, una profesión que alternó con su pasión por la música que canalizó a través de la gestión vinculándose desde mediados de la década de 1950 al movimiento de Juventudes Musicales, de cuya asociación de Barcelona fue primero presidente, entre 1957 y 1963, luego fue nombrado presidente de Juventudes Musicales de España, cargo que ocupó durante más de medio siglo, entre 1963 y 2016, y llegó a presidir la Federación Internacional de Juventudes Musicales durante una década, entre 1983 y 1992.

Al frente de Juventudes Musicales y con el patrocinio del Ayuntamiento de Barcelona creó en 1963 el Festival Internacional de Barcelona del que se realizaron 13 ediciones y por el que desfilaron nombres referentes de la música clásica y grandes cantantes, como las sopranos Jessie Norman y Katia Ricciarelli o las mezzosopranos Marilyn Horne y Brigitte Fasbaender y en el que se programaron  primeras audiciones de obras como La canción de la Tierra y la Novena Sinfonía de Mahler, la cantata Alexander Nevsky de Prokófiev, Un superviviente en Varsovia de Schoenberg o el oratorio Sansón de Händel, así como algunas óperas en versión de concierto, como Pelléas et Mélisande.

En 1993 creó en el marco del Festival Internacional del Ampurdán, que Roch contribuyó a fundar y que organizaba Juventudes Musicales de Figueras, la primera Schubertiada en la iglesia de Santa Maria de Vilabertran, a escasos kilómetros de Figueras. Para inaugurar la primera edición se invitó a la mezzosoprano Brigitte Fasbaender y a una joven soprano de 24 años, Juliane Banse, que junto al barítono Matthias Goerne han sido nombres recurrentes en la programación de la Subertiada, y que fueron descubiertos por Jordi Roch cuando todavía eran muy jóvenes.

La Schubertiada de Vilabertran fue desde su inicio hace 32 años una plataforma para el joven talento. Los años de Jordi Roch en Juventudes Musicales había afinado su olfato para descubrir jóvenes talentos a los que invitaba en el inicio de sus carreras a la Schubertiada, como hizo con Banse en la primera edición y Goerne en la segunda. En 1996 Roch creó la Asociación Franz Schubert, que a partir de entonces se encargó de organizar la Schubertiada. El festival fue creciendo y a la programación de conciertos en Vilabertran se unieron cursos de Lied y la creación de la Schubertiada en Barcelona, con conciertos repartidos entre la primavera y el otoño. En 2016 Roch pasó el testigo de la dirección de la Schubertiada a Víctor Medem y fue nombrado presidente de honor en su calidad de fundador.

De 1993 a 1997, Jordi Roch  presidió el Consejo Internacional de la Música de la UNESCO y del 1996 al 2000 fue el representante de España en el consejo. A principios de la década de 1980 fundó y fue vicepresidente del Consejo de la Música del Ministerio de Cultura.

Entre otras iniciativas contribuyó a crear la Fundación Pau Casals (1972), la Asociación Catalana de Compositores (1974), el Festival Internacional de Música de Cadaqués (1970) y el Festival Internacional de Música del Ampurdán (1980). El Gobierno francés concedió a Jordi Roch la medalla oficial de las Artes y las Letras, fue nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes de santa Isabel de Hungría y en 2013 el Gobierno de la Generalitat de Cataluña le concedió la Creu de Sant Jordi. (Ver entrevista en ÓPERA ACTUAL en este enlace).- ÓA