Martes, 16 de diciembre 2025, 09:07

| Actualizado 09:17h.

‘La isla de las tentaciones’ continúa dando mucho juego. Anoche se vivieron momentos delirantes con la hoguera de las chicas, imágenes nunca antes vistas en televisión que acabaron con la paciencia de Sandra Barneda… y de los productores del programa. A la presentadora nunca se le ha visto tan enfadada. «Ciertas actitudes van a tener consecuencias», les advirtió a las chicas cuando una de ellas protagonizó la enésima carrera por la playa en busca de su novio, esta vez con chapuzón incluido en el mar.

Los espectadores, en su salsa… Normal que ‘La isla de las tentaciones’ se haya convertido en el reality estrella de Mediaset -con permiso de Supervivientes-. Culpa de ello también la tienen las personas que trabajan en la producción del programa. En el capítulo de ayer se gustaron como nunca. Mientras Claudia, que había decidido echar una carrera por la paradisiaca playa de República Dominicana saltándose todas las normas del programa, lloraba desconsolada, Barneda decidió continuar con la hoguera de sus compañeras. Estaba harta de la actitud de la joven, que no era la primera vez que se marchaba de la cita a la carrera. Desde la sala de producción hicieron cine. Mientras el resto de compañeras veían cómo sus novios se besaban con otras chicas, el programa alternaba las imágenes más picantes con los llantos desesperados de Claudia, que en esos momentos se encontraba dándose un chapuzón gritando «ratón, ratón» -apunta a ser el mote de su novio-.

Los gritos se colaban de fondo en la hoguera y Sandra Barneda interrumpía la sesión más sagrada del programa. «Chicas, Claudia no está preparada para volver a la hoguera… Ciertas actitudes van a tener consecuencias», pronunciaba, seca, y sin levantarse del taburete. No hubo amago alguno para socorrer a la joven, que aún lloraba desconsolada en el mar. Sandra Barneda, que siempre entiende a los participantes del reality, había dicho basta por por primera vez en nueve ediciones.

Pero si alguien pensaba que la hoguera iba a terminar ahí, se equivocaba. Ya era difícil de superar lo que el espectador acababa de visualizar pero, nuevamente, ellas lo volvieron a lograr. Esta vez fue Almudena, la misma que sin querer agredió con un coco a Barneda la semana pasada. Cuando la joven vio con sus propios ojos cómo su novio desde hace once años se besaba apasionadamente con otra, se echó a llorar. Y ya terminó de estallar cuando este se hizo el ‘machito’ delante de sus compañeros: «Voy a llegar allí y voy a ser el puto amo. Hubiera sido así en la calle, sin cámaras, y me la habría follado ya. Seguro. Tengo ganas de ser libre, coger de aquí y estar soltero. Y coger un sábado, tirar para Canarias…. cojo y me la follo. Y aquí otra y en mi casa otra…»

Almudena después de quedarse unos segundos en shock, cogió la tablet donde se estaban retransmitiendo las imágenes de su novio y la estrelló contra el fuego de la hoguera. Entonces comenzó su retahíla de insultos mientras se marchaba a la carrera sin rumbo alguno: «¡Hijo de la gran puta!; ¿¡Por qué!?; ¡No me lo merezco!; ¡Me has perdido!; ¿Qué mierda has hecho en estos 11 años?; ¡No me puedes romper más el corazón!», gritaba desesperada… Desde la sala de producción ambientaron el momento con Rosalía. El reality alcanzaba una nueva fase.

Esta vez, Barneda sí reaccionó. «¡Almudena, por favor!», exclamó. A la joven, presumiblemente, sí la tiene aprecio, pese a que de su mano salió el coco que le golpeó en la cabeza hace solo unos días. Ya resignada y agotada, Barneda comunicó a las pocas chicas que quedaban en la hoguera que su compañera Almudena estaba lista para reincorporarse. Afortunadamente, la tablet es igual de dura que la presentadora y resistió el golpe… y las llamas. Volvió a reproducir un último vídeo que, definitivamente, ahogó a Almudena en el llanto más profundo. «Mi padre me lo dijo. ¡No has parado! ¡Me tiene loca! ¡Saca lo peor de mí, no puede pisotearme más!», gritó Almudena cuando escuchó a su novio decirle a su tentadora «de aquí nos vamos a la cama».

La joven, completamente rota, acabó pidiéndole consejo a Barneda. Y esta, a pesar de todo lo ocurrido segundos antes, se lo dio con mucho cariño: «El amor es mucho más grande y mucho más complejo. Tiene muchas aristas y aquí las estáis viendo. Aquello que creéis amor, puede no serlo y lo que creéis que sí, puede serlo». Pero también hubo bronca: «Nos has puesto a todos en peligro. Lanzar la tablet al fuego es peligrosísimo».

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