Hoy se cumplen 80 años de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Agustín Rivera, autor del libro ‘Hiroshima. Testimonios de los últimos supervivientes’ recuerda el acontecimiento en Las Mañanas de RNE. «Es trágico que en un momento tan luminoso como algunos testimonios dicen que hubo, se convertiría segundos después en la gran tragedia», afirma el autor. Habla sobre los Hibakusha, es decir, las personas bombardeadas. «No quedan tantos y muchos no lo quieren contar. Si decían que eran supervivientes de la bomba atómica, tenían problemas para conseguir un empleo. Muchos no querían ser pareja de alguien que era Hibakusha y por eso hay muchos matrimonios de propios supervivientes. Luego sus hijos salían con malformaciones físicas. Es un tema muy incómodo en el propio Japón«.

Ante la cuestión de por qué Japón no guarda rencor por aquel ataque el autor expone su visión. «Ellos sienten incluso vergüenza. Ellos dicen que si no hubiese habido Pearl Harbor, quizá nunca hubiese habido bomba atómica. En Hiroshima o en Nagasaki se fomenta y se alienta la cultura de paz. El saber perdonar y no olvidar, pero saber que esa ausencia de rencor tiene que estar por delante de cualquier cosa«.