El presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó un dardo a los países europeos al tildarlos de «cerditos» y les culpó de «haberse sumado a la labor de la anterior Administración de Joe Biden con la esperanza de aprovecharse del colapso de Rusia». Estas declaraciones las … hizo en una reunión con la junta del Ministerio de Defensa. También remarcó que Rusia cuenta con equipo moderno en su armamento. «El 92% de nuestras fuerzas nucleares son modernas. Ningún otro país nuclear del mundo tiene algo así». El mandatario eslavo sacó pecho del poder militar ruso en un encuentro que buscaba resumir los resultados militares del año. También avisó que a finales de este 2025 el misil hipersónico Oreshnik «será puesto en servicio de combate».

Sobre esto ya advirtió Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, en agosto de este año, cuando dijo que Rusia «no se considera a sí misma limitada por nada», refiriéndose al despliegue de este tipo de armamento. «La idea es que los europeos piensen mejor lo que harán o para de alguna manera advertirles», declaró entonces Nikolai Sokov, un experto citado por Reuters. El proyectil también se desplegará en Bielorrusia, un aliado de Moscú.

El líder del país euroasiático insiste en culpar a Occidente de la guerra en Ucrania. «Nos vimos obligados a incluir el componente militar (en la resolución del conflicto) porque nos dimos cuenta de que nos estaban engañando», aseveró. Y acusó a Europa y EE.UU. de financiar a los terroristas del Cáucaso Norte. «Se les suministraron armas, dinero, les brindaron apoyo político e informativo», aseguró.

También señaló que todos los planes, que en su opinión buscaban la destrucción de Rusia, «han fracasado por completo». En un primer momento tras las protestas del Maidán, Moscú envió a los «hombrecillos verdes», es decir, soldados sin identificación, para tomar Crimea y posteriormente apoyó a las milicias prorrusas del Dombás, aunque durante años negó cualquier vínculo con estas.

En los años previos a la guerra de Ucrania, e incluso en el mismo 2022 que empezó, Moscú tildó de alarmistas y mentirosos a aquellos que apuntaban que el Kremlin quería invadir al país vecino. Ahora algunos líderes europeos piden rearmarse temiendo que Rusia pueda atacarlos. «Lo he dicho varias veces: es una mentira, un engaño, un auténtico sinsentido lo de una supuesta amenaza rusa para los países europeos», declaró. Moscú incluso aseguró que si es necesario podría poner por escrito que no tiene ninguna intención de embarcarse en más aventuras imperialistas en el continente europeo.

Balance de la guerra

En el mismo encuentro, Putin también hizo un resumen del año bélico. Aseguró que a día de hoy para él «no hay otro ejército como este en el mundo, simplemente no existe». La última conquista fue la de la ciudad de Seversk (Donetsk), de 10.000 habitantes antes de la guerra, capturada el 11 de diciembre. El presidente ruso llamó «liberación» a esta victoria militar y dijo a los soldados que ellos habían «superado rápidamente la poderosa y escalonada defensa del enemigo».

A pesar de estas buenas palabras, medios independientes y extranjeros señalan que Rusia ha sufrido gran número de bajas para tomar estas ciudades del cinturón industrial del este de Ucrania. Esta información pasa desapercibida en el país euroasiático debido a que no hay datos oficiales desde 2022 y está penado por ley dar otros distintos.

Para Putin, lo más relevante respecto a la ‘operación militar especial’ (como se sigue conociendo actualmente la guerra en Rusia) es que Moscú ha recuperado su plena soberanía. «Hemos recuperado este estatus, incluso en gran medida con la participación de las Fuerzas Armadas». Además se mostró orgulloso de sus tropas por plantar cara a un Ejército ucraniano que cuenta con «el respaldo de los países miembros del mayor bloque político-militar del mundo, la OTAN». La economía rusa se está tambaleando por el precio de la guerra y depende más que antaño de aliados como China e India.

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