La reunión de esta tarde entre el Ministerio de Sanidad y el comité de huelga de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) sobre el Estatuto Marco no ha podido terminar peor. Pese a que era el departamento de Mónica García el que había convocado a los sindicatos médicos con una agenda y un orden del día en el que, entre otros temas, se iba a hablar de la reclasificación profesional, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, se ha personado en el encuentro para reventarlo.
Padilla, que ha tratado a los miembros del comité «con insultos y faltas de respeto», les ha despachado diciéndoles que no tenía nada que hablar con ellos y que el único ámbito de negociación legítima era la Mesa de Negociación con los sindicatos de clase (SATSE-FSES, FSS-CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde). En una estrategia orquestada, Sanidad ha enviado un comunicado culpando al comité de huelga de «levantarse de la mesa» de negociación cuando estos aún estaban abandonando el edificio. «Sanidad lamenta que CESM-SMA se levante de la mesa, no se sume al consenso y apueste por la confrontación», reza el titular.
«Nosotros no nos hemos levantado de la mesa, nos han echado», señala el secretario general de CESM, Víctor Pedrero, a este periódico. «Es una tomadura de pelo. Hay que recordar que fue la ministra quien nos cito para una reunión en medio de la huelga de la semana pasada, con toda la intención de desactivarla. No le salió como esperaba y, ahora, se desdicen de todo lo que nos vendieron».
El resultado de esta desafortunada actuación del número 2 de Mónica García no se hará esperar. La profesión médica asegura que «el conflicto va a escalar».