Patricia Durán Carrasco / Juan León García
La falta de adherencia en el cáncer de mama es uno de los aspectos que más preocupa a los oncólogos, ya que esta tras el primer y quinto año del diagnóstico disminuye en más de un 25%. Si sucede, aumenta el riesgo de recaída. “Y, por tanto, el pronóstico es importante”, analiza el Dr. Rodrigo Sánchez Bayona, oncólogo médico en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y miembro fundador de SOLTI Young, para disminuir lo máximo que se pueda dicho riesgo, distinto para cada paciente.

Tan importante como revertir esa falta de cumplimiento terapéutico es detectar la que denomina como “discontinuación silenciosa”. “Esta situación se da cuando una paciente viene a consulta y el oncólogo da por hecho que se está tomando el tratamiento y, en realidad, no es así. Esto es muy relevante porque en caso de una recaída tiene implicaciones de cara al tratamiento”, explica el Dr. Sánchez Bayona.

En el momento de la administración de la terapia es donde también se da lo que llama “presión terapéutica”, vinculada a la utilización de tratamientos hormonales para estas pacientes. Cuanto más tiempo ha estado la persona sin recibir dicha terapia, más sensible es el tumor ante su acción. En cambio, si hay recaída, la neoplasia puede volverse homonorresistente durante el tratamiento hormonal.

“El oncólogo debe mostrar que existe una posibilidad de riesgo de recaída, porque hay pacientes que no terminan de interiorizar que el cáncer puede volver después de la cirugía”

Esta opción terapéutica (oral y hormonal, pero también intravenosos o inmunoterapia) es precisamente, observa el oncólogo médico, la más habitual y a largo plazo. Característica que propicia a su vez “que la paciente lo termine abandonando”. Teniendo en cuenta la prevalencia de mujeres con cáncer de mama receptor hormonal positivo (HR+), que cifra en tres cuartas partes del total de diagnosticadas con este tipo de tumor, es clave que el profesional tenga en cuenta la edad como “un factor más y a considerar”.

“No tiene nada que ver una paciente joven que una mujer de edad avanzada, lo viven de diferente forma, lo que está dispuesta a asumir y con qué efectos secundarios”, entre los que el Dr. Sánchez Bayona menciona sofocos, ganancia de peso o dolor articular.

Por esta razón, el especialista incide en la importancia de “adaptar el mensaje y el tratamiento al perfil de la paciente”, tanto para fomentar una “sólida” relación de confianza entre el médico y la paciente, para que ella “pueda verbalizar y expresar con total confianza lo que siente, las dudas y lo que quiere”.

“No tiene nada que ver una paciente joven que una mujer de edad avanzada, lo viven de diferente forma, lo que está dispuesta a asumir y con qué efectos secundarios”

Punto fundamental, por ello, para el oncólogo es “cómo transmitir la información sin crear miedo”. El riesgo de recaída, si bien “al final son estadísticas” como apunta, requiere que se adapte la información a la paciente. “Aun así, el oncólogo debe mostrar que existe una posibilidad de riesgo de recaída, porque hay pacientes que no terminan de interiorizar que el cáncer puede volver después de la cirugía”, observa.

Si se crea ese entorno de confianza, aumentan las posibilidades de que la paciente pregunte y “forme parte de la decisión de continuar con el tratamiento”, el objetivo clínico principal. Sumado a ello, el trabajo multidisciplinar “es necesario”, precisa el Dr. Sánchez Bayona, para que desde oncología médica, radioterápica, radiodiagnóstico, ginecología, medicina nuclear, rehabilitación y todos aquellos profesionales participen de manera holística. En la actualidad, advierte, “la fase de seguimiento no es tan multidisciplinar como al principio del proceso”.

En su caso, trabajan en identificar “todos los problemas” asociados a esta fase, porque “muchas veces” el seguimiento solo lo hace el médico que ha operado, el oncólogo radioterápico o el oncólogo médico. Se reduce la participación de otras especialidades, con rotaciones “cada tres o seis meses”, a pesar de que “surgen muchos problemas relacionados con temas de dolor articular, rehabilitación física y nutrición, entre otros. Este es el motivo por el que se necesita un equipo multidisciplinar durante el seguimiento, para poder adaptarse a las necesidades de la paciente”, zanja.

‘Cambioat’, un proyecto para impulsar intervenciones omnicanal

Ante las carencias detectadas en la práctica clínica diaria y la afectación que tienen los tratamientos hormonales en la calidad de vida de las pacientes, el oncólogo reitera en potenciar el acompañamiento de las mujeres, explicarles el objetivo, la duración del tratamiento y los efectos secundarios que pueden surgir.

“Sin embargo, vemos muchas veces en las consultas de seguimiento que quizás existe una falta de tiempo para poder explicar con más detalle cómo está funcionando el tratamiento en la paciente, saber cómo lo está viviendo y qué soluciones podemos aportar nosotros desde la oncología médica, para garantizar la adherencia al tratamiento”, detalla el Dr. Sánchez Bayona.

“Para los problemas multidisciplinares hay que disponer de soluciones disciplinares”, subraya el Dr. Sánchez Bayona sobre el proyecto ‘Cambioat’

La fotografía respecto al abandono del tratamiento es más sencilla en aquellas mujeres que participan en ensayos clínicos; no así en las pacientes “reales de la consulta”, reconoce. A diferencia de los estudios clínicos, más protocolizados, en vida real es más complejo determinar las razones que han llevado a una mujer a dejar un tratamiento.

Es ahí donde entra el proyecto ‘Cambioat, Cáncer de mama: Barreras e intervenciones omnicanal para un cambio de la adherencia terapéutica’, que el oncólogo califica como “muy relevante” al dar visibilidad a la falta de adherencia al tratamiento del cáncer de mama en las fases que requieren de mayor atención, como la de seguimiento. La iniciativa incorpora los puntos de vista de la paciente, de la enfermería, de los oncólogos, de Farmacia, de la Psicología, y de las sociedades científicas: “Para los problemas multidisciplinares hay que disponer de soluciones disciplinares”, apunta.

Es un punto de partida “para dibujar un mapa, visibilizar, informar y concienciar a la población sobre este problema”, celebra el Dr. Sánchez Bayona. “Al público general le cuesta creer que una paciente que ha pasado por un cáncer de mama quiera dejar el tratamiento. Por eso un primer paso importante es concienciar de que esto sucede y es un problema real”, finaliza el especialista del 12 de Octubre.