Las negociaciones de la Casa Blanca con Moscú han dejado claro que Ucrania no puede confiar en el apoyo de Estados Unidos, que busca cerrar … cuanto antes el capítulo de la guerra. Ante esta situación, los líderes de la Unión Europea (UE) esperaban dar luz verde este jueves a un salvavidas financiero para Kiev usando los activos rusos inmovilizados, en una cumbre que se antojaba «histórica» y con la que querían mandar «un fuerte mensaje» a Moscú. Los dirigentes europeos han negociado hasta altas horas de la madrugada de este viernes, aunque no finalmente han logrado salvar el ‘no’ de Bélgica, país que concentra la mayoría de estos fondos.Los Veintisiete han acordado financiar con deuda común o ‘eurobonos’ a Ucrania, un préstamo de 90.000 millones sin intereses que tendrá la garantía del presupuesto europeo y que permitirá ganar tiempo y seguir negociando en detalle el uso de los fondos congelados.
El momento es «crítico» y los dirigentes prometieron no levantarse hasta que no lograran un acuerdo para las necesidades de financiación de Ucrania. Sin embargo, después de un intenso debate quedó claro que los líderes necesitarán más tiempo para definir los detalles del préstamo de reparación. Más concretamente, el texto deberá acomodar las exigencias del primer ministro belga, Bart de Wever, que aseguró que estaba dispuesto a «llegar a un compromiso, pero que haga peligrar la seguridad financiera de Europa y de Bélgica, imposible».
El acuerdo de compromiso se compone de una solución mixta, que pasa por un préstamo financiado con deuda común y respaldado por el presupuesto común europeo, que sirva para ganar tiempo y financiar a Ucrania mientras se discute en más detalle el uso de los activos rusos congelados. Quedan fuera de esta iniciativa República Checa, Hungría y Eslovaquia.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha explicado que este préstamo cubrirá «las necesidades urgentes» de Kiev y que Ucrania sólo deberá devolver estos fondos «cuando Rusia pague por los daños que ha causado». Al mismo tiempo, ha destacado que el bloque «se reserva su derecho a usar esos activos rusos para financiar el préstamo a Ucrania».
En paralelo, las capitales seguirán negociando con la Comisión el Préstamo de Reparación mediante los activos rusos para convencer a Bélgica. Y es que el país -sede de Euroclear, depósito de la mayor parte de los activos congelados, cerca de 193.000 millones del Banco Central Ruso- se niega a asumir «por sí sola» los riesgos ante una posible demanda por parte de Moscú si se usan estos bienes para la reconstrucción de Ucrania. De Wever pidió a la Comisión mayores garantías y que ese peligro se asuma entre los Veintisiete: «Necesitamos un paracaídas antes de saltar. Si nos piden saltar, saltamos todos juntos», apuntó. Durante la tarde de ayer, el primer ministro belga se reunió a puerta cerrada con el Ejecutivo comunitario para tratar de asegurar «garantías financieras más robustas». Y Costa ha reconocido que «hace falta más trabajo técnico en este sentido».
Dudas del BCE
Además de Bélgica, Italia, Malta, Bulgaria y República Checa también recelan de este plan. El propio Banco Central Europeo (BCE) ha expresado asimismo sus dudas sobre esta medida, con la que la Comisión quería hacer llegar a Ucrania 90.000 millones de euros en 2026 y 2027. En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno de este organismo financiero, su presidenta, Christine Lagarde, admitió que «confía» en que los líderes tomen una decisión «porque es muy importante que lo hagan». «Pero no pueden esperar que yo apoye un mecanismo que va en contra de los tratados. Hay fórmulas que podrían funcionar», añadió, en referencia a la emisión de deuda común por parte de los Veintisiete.
Los equipos técnicos de Bruselas calculan que Kiev necesitará unos 170.000 millones para sobrevivir los dos próximos años. La idea era movilizar 90.000 millones de los activos congelados rusos para apoyar a Ucrania; y la otra alternativa para lograr el dinero pasaba por la emisión de deuda o ‘eurobonos’, una opción que finalmente ha logrado la unanimidad dejando fuera del préstamo a República Checa, Hungría y Eslovaquia.
90.000
millones
ha asegurado Europa para apoyar financieramente a Ucrania en 2026 y 2027 a través de deuda común. La Comisión Europea calcula que el país necesitará unos 170.000 millones en total y espera que el resto de aliados de Kiev aporte la cantidad restante.
Otros, como Polonia, trataron de poner presión sobre Bélgica para desbloquear la financiación a Ucrania y su primer ministro, Donald Tusk, subrayó que recurrir a los activos rusos «es la única alternativa viable» a largo plazo.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, presente en la mesa de diálogo en Bruselas, insistió en que la «forma correcta» de financiar a Kiev es a través de los fondos rusos. «Queremos estos activos para que no formen parte del proceso de negociación. Y queremos esta parte para apoyarnos», detalló. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por su parte, celebró el «mecanismo de financiación urgente» aprobado por los Veintisiete para los próximos dos años, mientras la UE trabaja en la propuesta sobre los activos rusos. «Creo que es justo que el agresor pague por el daño causado», afirmó.
Together with Prime Minister of Belgium @Bart_DeWever, we discussed mechanisms for using frozen Russian assets. I understand all of Belgium’s concerns; however, a decision on the reparations loan must be made. It is fair and will ensure long-term predictability for Ukraine.
We… pic.twitter.com/fCIQa50k9Z
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) December 18, 2025
Desde la capital comunitaria, el mensaje de apoyo a Kiev también es claro, pero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, entiende las preocupaciones de Bélgica y asume que, «si se aprueba el préstamo de reparación, el riesgo debe ser compartido entre todos» los Estados miembros.
Mientras, el bloque comunitario sigue estrechando el cerco sobre la flota fantasma rusa. El jueves añadió 41 nuevos buques a su lista negra, en la que ya se encuentran casi 600 navíos que ayudan a Moscú a sortear las sanciones europeas. Se trata, en definitiva, de elevar la presión sobre el Kremlin y forzar a su líder, Vladímir Putin, a sentarse en la mesa de negociación para acordar una paz «justa y duradera» en Ucrania que, según Europa, debe tener la última palabra en estas conversaciones.