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Dicho de un modo sencillo, una nova es una explosión estelar en el que la estrella que la origina sobrevive. Asimismo, una supernova es un evento mucho más energético que da como resultado la destrucción del astro. Ambos tipos de fenómenos astrofísicos han sido documentados repetidamente a lo largo de la historia. Lo que nunca se había hecho era detectar una superkilonova. Hasta ahora. Y es que un estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters asegura haber encontrado una.

Todo comenzó el pasado 18 de agosto, cuando los observatorios LIGO en EEUU y Virgo en Italia registraron una señal de ondas gravitacionales inusuales. El rastro procedía de la fusión nuclear de objetos con masa asombrosamente baja, lo que sería indicador de un choque de astros que, hasta ahora, se consideraba físicamente imposible en el universo conocido. El evento fue denominado AT2025ulz.

Pocas horas después de la detección, la Zwicky Transient Facility identificó un resplandor rojo que se desvanecía rápidamente a una distancia aproximada de 1.300 millones de años luz. Aunque al principio se asemejaba a una kilonova registrada en 2017, cuya potencia fue unas 1.000 veces superior a la de una nova, el brillo experimentó una serie de cambios de color y composición que no encajaron con aquel evento.

El descubrimiento de la superkilonova

Mansi Kasliwal, miembro de Caltech y autora del estudio, aseguró en una nota de prensa que la explosión se debió a la muerte de dos estrellas diferentes. “Al principio, durante unos tres días, la erupción se pareció mucho a la kilonova de 2017. Sin embargo, tras ese lapso de tiempo, empezó a parecerse a una supernova”, indicó al respecto.

3I/ATLAS

En su análisis, el equipo investigador defiende que el AT2025ulz es un sistema de fisión o fragmentación donde una estrella masiva genera dos pequeños núcleos de neutrones que colisionan casi al instante. Esta teoría explica por qué la luz de la colisión quedó parcialmente sepultada por los escombros de la explosión, creando una estructura de capas similar al de una muñeca rusa cósmica.

Estrellas de masa ‘prohibida’

Por su parte, David Reitze, director de LIGO, destacó la importancia de los datos obtenidos sobre la masa de los cuerpos implicados en el suceso: “está claro que, al menos, uno de los objetos en colisión es menos masivo que una estrella de neutrones típica”.

En cambio, el físico teórico Brian Metzger, de la Universidad de Colombia, exploró la posibilidad de que estos eventos sean más frecuentes de lo que se creía hasta ahora: “Si estas estrellas ‘prohibidas’ se emparejan y se fusionan emitiendo ondas gravitacionales, es posible que tal evento vaya acompañado de una supernova, en lugar de verse como una simple kilonova”.

Como aclaración, la expresión estrellas de masa prohibida hace referencia a astros que desafían los límites teóricos actuales. Algo que demuestra que el cosmos no deja de sorprendernos y que obliga a la comunidad científica a cuestionar siempre los preceptos de la física, por muy sólidos que se consideren.