- El municipio recoge apoyos desde principios de 2025 para exigir soluciones a Conselleria ante los incidentes que provocan los ciclistas con conductas como la invasión de carriles o la indisciplina en los semáforos
- El alcalde, Fran Molines, afirma que la inseguridad en las carreteras de la zona ha llevado a muchos conductores a instalar cámaras en sus vehículos por miedo a los accidentes con ciclistas
El alcalde de Tàrbena, Fran Molines, ha trasladado a este diario la preocupante situación que vive su municipio, y todos los de la zona, por la creciente presencia de equipos del World Tour y ciclistas amateurs en las carreteras. A raíz de las informaciones que hemos publicado los últimos días sobre la pretemporada de la élite ciclista en la Marina Alta, Molines alerta de que la convivencia está al límite y ha revelado que el Ayuntamiento ya ha recogido hasta 300 firmas entre el vecindario y personas de otras localidades cercanas para exigir medidas de seguridad urgentes ante las constantes infracciones de los corredores y la sensación de peligro entre conductores y conductoras. Una campaña que va destinada a la Dirección General de Tráfico de la Conselleria de Infraestructuras y en la que se manifiesta que «Queremos circular libres y sin miedo».
El primer edil ha sido contundente al trasladar el sentimiento de indignación: “Acabará muy mal si no se toman medidas”. Según él, el problema no es el turismo en sí, sino el hecho de que muchos ciclistas, tanto profesionales como amateurs, actúan como si fueran los «dueños de la carretera».
Profesionales que «cortan» la vía para las redes sociales
El alcalde relata situaciones de absoluta impunidad por parte de algunos equipos de élite que entrenan estos días en la montaña, de las cuales hablamos hace unos días en este diario, como es el caso de un rodaje del equipo Lidl-Trek en el Coll de Rates. “No es normal que un equipo ciclista corte una carretera para grabar un spot. Lo hacen porque piensan que el vial es suyo”, explica Molines. Incluso detalla haber visto coches con el maletero abierto grabando a los corredores en marcha sin ningún permiso oficial, o grupos enteros parados a comer o beber en curvas peligrosas, «bloqueando el paso de vecinos que tienen que ir al médico o a trabajar».
El efecto «Strava» y el peligro de los amateurs
Si bien los profesionales son protagonistas de numerosos incidentes en la montaña, los ciclistas amateurs también suponen un dolor de cabeza para la circulación, según indica el alcalde. Un fenómeno actual como es la extensión del uso de aplicaciones como Strava —donde se compite para batir el récord del Coll de Rates— provoca que los ciclistas circulen en grupos de 20 pero separados entre ellos por pocos metros, centrados en conseguir el mejor tiempo en el ascenso, lo que hace “imposible el adelantamiento”.
Ya decíamos el lunes que el Coll de Rates se ha convertido en un verdadero campo de pruebas de referencia mundial, ratificado por el «pique» entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, que por ahora ha ganado el esloveno con un tiempo de 12 minutos y 21 segundos. Los ciclistas amateurs intentan simular la gesta de sus referentes y suben el puerto en modo competición.
Pero el peligro es extremo en los descensos hacia Parcent o Bolulla, donde los ciclistas alcanzan los 80 km/h e “invaden el carril contrario de manera constante, sobre todo en las curvas”. El miedo es tal que muchos vecinos han optado por instalar cámaras en los coches para poder demostrar la culpabilidad del ciclista en caso de accidente: “Hay gente que no se fía de la carretera; ya han tenido demasiados sustos”.
Indisciplina: ciclistas en el hormigón fresco
Molines aporta varios casos de falta de civismo alarmantes, especialmente en los tramos en obras de reasfaltado. Confiesa haber visto a operarios de carretera “darle un escobazo” a un ciclista por saltarse un semáforo, y guarda pruebas gráficas de infracciones insólitas: “Tengo fotos de las marcas en el hormigón fresco de una cuneta; un ciclista, por no parar en el semáforo, se tiró por la cuneta sin darse cuenta de que había hormigón fresco y cayó de cabeza”.
Marca de las ruedas de bicicleta en el arcén de la carretera.
El alcalde guarda en la memoria una larga lista de infracciones, incidentes e incluso accidentes graves relacionados con la masiva presencia de equipos profesionales y amateurs en la zona del Coll de Rates. Relata que en su pueblo hay una fuente en la que los corredores suelen detenerse. Y dice que, normalmente, tras cargar agua, los ciclistas retoman su recorrido en dirección prohibida. «Hace no mucho una mujer increpó a uno porque se lo encontró con el coche de cara, y el ciclista, que hablaba en inglés, le contestó: ‘fuck you!’. Así que, además de sus infracciones, tenemos que aguantar también la mala educación».
Así, considera que la medida tomada el pasado viernes por la Policía Local de Llíber, que sancionó a diez ciclistas del equipo Groupama-FDJ por saltarse un semàforo en rojo, debería ser aplicada más a menudo porque las infracciones, dice, son diarias e innumerables.
La «pelota» de la administración
Detrás de las 300 firmas recogidas por el consistorio de Tàrbena hay un periplo institucional por ahora infructuoso. Molines se ha reunido con la patronal Hosbec y con el Patronato de Turismo Costa Blanca para pedir concienciación a las empresas y hoteles que alojan a los equipos.
Comenta que hace unos años, poco después del atropello de ciclistas en la carretera N-332 por parte de una conductora en el término de Oliva (mayo de 2019), se habilitó una vía segura para ciclistas desde Les Fonts de l’Algar hasta el Coll de Rates. Medida que no ha supuesto ninguna solución al problema, afirma. Y, en relación a este vial y la inseguridad en la carretera de este puerto de montaña, Molines ha escrito a la Guardia Civil, a Conselleria y a Tráfico. “Tráfico me dice que la carretera es de la Conselleria; la Conselleria dice que el tramo seguro de ciclistas no lo lleva Tráfico; y la Guardia Civil dice que no tiene constancia de excesivos accidentes en la zona”, lamenta.
Para el alcalde, la situación es insostenible: “No es el problema que vengan o no, es la manera que tienen de circular”. Con el apoyo de las firmas vecinales, Tàrbena continúa presionando para conseguir «un poco de sensatez» y garantizar la seguridad de quien vive y trabaja a los pies del Coll de Rates. Molines ha anunciado que el Ayuntamiento tiene previsto realizar unas jornadas destinadas a las empresas de la Costa Blanca que están directamente relacionadas con el turismo ciclista invernal para que informen y conciencien a los ciclistas.
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