La leyenda del ciclismo vizcaíno, Jesús Loroño, quedará inmortalizada con una escultura. Será la guinda a los actos del centenario de su nacimiento que se … han celebrado a lo largo de 2025. Estará situada en el barrio Eleixalde de Larrabetzu, cercano al caserío Goikola donde nació, paso habitual de ciclistas, y por el que han discurrido la Vuelta, el Tour y la Itzulia. Tendrá una altura superior a los dos metros y está prevista que se instale en verano.
La sala Rekalde ha acogido este viernes la presentación de la maqueta en la que se puede ver al corredor de pie sobre su bicicleta. Es obra de Lourdes Umérez, que trabaja en Alfa Arte desde hace más de 25 años, «en la que he tratado que transmita humanidad y carácter», ha señalado. Fueron dos de los rasgos que caracterizaron al que fuera profesional de este deporte durante 18 temporadas. Que estrenó su palmarés en 1947 con la Subida al Naranco mientras hacía la mili, que ganó de las etapa reina y el maillot de la montaña del Tour en 1953, y que se hizo con la Vuelta cuatro años más tarde.
«Loroño es uno de los exponentes que puso en valor lo importante que es el deporte en la identidad vasca. No fue fácil en tiempos de postguerra y consiguió que los vizcaínos sintiéramos orgullo de nuestra forma de ser con sus gestas», ha apuntado la diputada de Euskera, Cultura de Deportes, Leixuri Arrizabalaga, que ha añadido la capacidad que tiene el exciclista para aunar a entidades tanto públicas como privadas.
«Trabajo y sacrificio»
Con esta iniciativa se pondrá el colofón a los actos que se han celebrado para resaltar la figura del que fue considerado como el primer gran referente del ciclismo vasco, «un ejemplo de no cejar en el empeño desde la humildad, con trabajo y sacrificio», ha resumido Gorka Martínez, de la Fundación BBK.
Esta entidad acogió una exposición y una charla sobre su figura a principios de año, a las que siguieron con un homenaje en Sollube, puerto en el que protagonizó alguno de sus espectaculares duelos con Bahamontes, y que fue punto de paso de la etapa de la Vuelta que discurrió por el territorio como un recuerdo al de Larrabetzu.
«La familia está emocionada. Que se le vuelva a reconocer ahora nos llena de orgullo», ha apuntado su hijo, Josu Loroño, quien ha agradecido a las diferentes instituciones su implicación, «así como a la escultora y otras entidades que desde el anonimato han querido colaborar por su sentimiento a Loroño. También a los precursores de este homenaje, la Mikel Artetxe Txirrindulari Elkartea y el Uritarra Kirol Taldea».