Además del laureado global, los Premios Nansen 2025, destacan la labor de tres personas y una organización en la categoría de regionales.
Pablo Moreno Cadena (Américas)
Pablo Moreno es un alto ejecutivo de MABE, una empresa mexicana de electrodomésticos en México, ha liderado la iniciativa de la compañía para contratar a personas refugiadas de Honduras, El Salvador y Guatemala. No solo les ofrece la oportunidad de cambiar sus vidas, sino que también las integra en la comunidad laboral y les brinda la posibilidad de crecer profesionalmente, teniendo acceso a protecciones sociales tanto para ellas como para sus familias. Una iniciativa que ha enriquecido a la empresa y a las comunidades que las acogen.
Pablo Moreno junto a María, una refugiada de El Salvador. Foto: © ACNUR/Jeoffrey Guillemard.Proliska (Europa)
Proliska es una organización humanitaria de Ucrania fundada en 2006 que ha brindado asistencia vital a más de 3,2 millones de personas. Trabajan 24 horas al día para ofrecer asistencia y protección a las personas atrapadas en la guerra. En muchas ocasiones, son los primeros en responder tras los bombardeos, protegiendo a los más vulnerables. Además de evacuar a las personas en primera línea del frente, brindan apoyo a las desplazadas en centros de tránsito, así como suministros de agua, alimentos, atención médica y apoyo psicosocial, entre otros.
Una psicóloga de la organización hablando con una desplazada por la guerra. Foto: © ACNUR/Nikola Ivanovski. Taban Shoresh (Oriente Medio y Norte de África)
Taban Shoresh es una trabajadora humanitaria, activista por los derechos de las mujeres y superviviente del genocidio de la región del Kurdistán iraquí, fundó The Lotus Flower. Una organización dirigida por mujeres que apoya a mujeres y niñas iraquíes afectadas por el conflicto y el desplazamiento. Desde esta organización local han ayudado a más de 100.000 personas (muchas supervivientes de torturas, violación, trata y esclavitud) a través de la educación, el deporte y oportunidades de medios de vida.
Foto © ACNUR/David Alexander Negara Nazari (Asia-Pacífico)
Llegó a Tayikistán en 2012 como refugiada de Afganistán y se licenció en Economía con el apoyo de una beca DAFI de ACNUR. Creó el Centro de Aprendizaje Ariana, una escuela para que niños afganos y locales tengan acceso a la educación. Empezaron con 20 alumnos y ahora son más de 1.200, que pagan lo que pueden. También ofrecen orientación psicológica y programas de liderazgo y gestión para mujeres refugiadas afganas.
Foto: © ACNUR/Elyor Nemat.
En un mundo marcado por conflictos y desplazamientos, los Premios Nansen nos muestran a personas y organizaciones que son faros de esperanza que iluminan el camino hacia una humanidad más justa y solidaria. Porque cuando elegimos abrir