“He estado en Pachá desde el año 83 y ya toca un poquito cambiar de tercio. Así que seguiré con mi camión y la noche se va a quedar sola. Y yo también, pero me buscaré la vida por otro lado”, confiesa Pocholo Martínez Bordiú, el nieto de Francisco Franco más díscolo. Sonadas son sus aventuras en las fiestas de Ibiza, pero a sus 64 años, ha querido anunciar que se jubila. Deja la noche, dice adiós a las fiestas y decide comenzar una nueva vida. Una diurna. Pero antes trasnocha una última vez y se sienta a charlar con Santi Acosta y Bea Archidona, así como el elenco de colaboradores de ‘De viernes’.

Por supuesto, haciendo mítica a su mochila que marcó su paso por ‘Hotel Glam’, entró al plató de Telecinco con su complemento de piel. El público echa cánticos a la mochila que tan grandes momentos dio en su día. “Yo estoy a estrenar”, es lo primero que dice. Y es que al presentador no se le pasa por alto que algo le sucede en la pierna. Tiene una lesión por un problema vascular por una aventura en moto por el campo y por un programa de cocina que le obligaba a estar de pie. Pero no es su salud lo único que le ha hecho decidir dejar la noche, aunque confiese entre risas que “nunca he salido mucho, la verdad”. Todos ríen a carcajadas.

Pocholo dice adiós a sus juergas hasta el amanecer

“En la vida todo es un cambio. El cambio es constante incluso en la materia. Luego es opcional el progresar. Entonces, Ibiza ha cambiado un poco. Empecé en los años 80 en Pachá y este año lo he dejado porque ha cambiado un poco la historia. Ha cambiado de dueño y la identidad es diferente. Entonces me he cortado la coleta”, explica por qué abandona su trabajo en la mítica discoteca en la isla pitiusa. “He sido yo el que me he querido ir, podría haber estado ahí más tiempo. Pero también ha cambiado mucho la noche, ya no es lo que era, tampoco está mi amigo que era el dueño. Es todo diferente”.

Y es que echa de menos los tiempos en los que “todo el mundo se mezclaba, pero ahora son todos privados y hacer caja”. Antes recuerda que hacía recorrido por las cinco discotecas grandes de la isla en una misma jornada de fiesta y se encontraba con la misma gente. Ya no tiene tanta soltura para hablar con el resto de fauna nocturna. Y eso que decía que casi no salía… Pero lo que sí que deja claro es que no deja Ibiza, pues aquí ha establecido su vida. Lo hace en un camión que ha adaptado como casa al que no le falta detalle. Antes iba con él allá donde la fiesta le llamaba. Ahora Pocholo viajará a otro aire, ahora con el Sol en lo alto del cielo.

Antes iba con él allá donde la fiesta le llamaba. Ahora Pocholo viajará a otro aire, ahora con el Sol en lo alto del cielo. Asegura que desde hace mucho tiempo las noches locas de fiesta se han acabado y que ahora como muy tarde a las 3 de la madrugada está recogido en casa. Todos alucinan con esta confesión: “Antes ni se acostaba”, recuerda Ángela Portero, que recuerda fiestas muy locas con él. También muchas anécdotas tienen Lydia Lozano y el resto de colaboradores saben de sus correrías, enumerando muchas de ellas.