Todo parece normal mientras graban una escena en el salón de la mansión Korhan. Ifakat, Ferit, Gülgün, Orhan, la tía Hattuç y el mayordomo Carlos están metidos en el papel, desayunando y hablando como cada día. La secuencia avanza y, en un momento, empiezan a levantarse de sus sillas para salir del salón, tal y como marca la escena.
De repente, Kazim aparece desde donde nadie lo espera: ¡escondido dentro de un jarrón enorme! Sale de golpe y les pega un susto de muerte. Todos se sobresaltan a la vez. Kazim corta el momento y convierte el set en un ataque de carcajadas.
Sin duda, la complicidad del reparto y ese ambiente de rodaje deja claro que, incluso con tanta intensidad en la serie, también hay sitio para pasarlo bien.
