El Tres Arroyos Golf Club tiene un nuevo pero largamente conocido y repetido campeón: Gastón Tróccoli. 

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Disputada una nueva edición del prestigioso y tradicional Torneo Anual, Tróccoli alcanzó su sexta coronación en esta amplia trayectoria deportiva que generalmente es sinónimo de buen juego y consagraciones.

Después de 4 exigentes rondas y un sólido juego que lo llevó a dominar la mayor parte de la competencia, Tróccoli accedió al título con un total de 300 golpes (+11) con rondas de 75-73-76-76, sacándole una ventaja de 7 impactos a su escolta, Arie Groenenberg, quien cedió su reinado con un buen torneo que le permitió adjudicarse la categoría.   

El primer fin de semana empezó a marcar el camino del campeón. En la primera ronda un 75 (+3) no le dio ningún margen, pero sí le demostró que estaba en nivel de aspirar a luchar por el título, algo que ratificó el domingo, sólo 24 horas después, en la segunda ronda, la cual completó con 73 (+1).

“El domingo jugué muy bien, fui sólido, salvo un par de errores simples que no debieron haber estado, pero fue una ronda muy buena. El sábado en cambio, fue más aguantar, estar en juego, aguantar, ser paciente y completar el recorrido con un score que terminó siendo aceptable”, destacó Gastón, quien afrontó este Anual jugando 1 de hándicap.

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Generalmente los primeros 36 hoyos de un torneo a 72, son los que marcan el rumbo, los que ubican a los jugadores en el clasificador y ver para qué están. “Logré sacarle una ventaja de 2 o 3 golpes a Esteban (Baquedano), que era el escolta; pero siempre es importante en un Anual estar ahí para encarar el segundo fin de semana de otra manera” acotó, porque todas las expectativas previas pasan a tener un sentido real y la incertidumbre sobre la respuesta deportiva pasan a ser una realidad. “Este deporte te exige constantemente; podés tener un día en el que te levantaste mal y no te sale una o en la misma vuelta tener un rendimiento con altibajos. Así que completar dos jornadas con un buen scores y juego, me dejaron muy contento”, confesó.

El golf es uno de esos deportes en los cuales la exigencia o desafío se renueva golpe tras golpe, y donde en cada impacto se debe alcanzar algún objetivo afrontando distintos retos. “Siempre hay algún golpe que de no responder adecuadamente puede cambiarte la ronda, los errores que cometí no fueron importantes y después tuve la posibilidad de ejecutar algunos tiros que me permitieron la recuperación”.

A los 18 hoyos iniciales, el séxtuple campeón los jugó más que nada “aguantando porque no fue la mejor jornada; creo que tuve un poco de mala suerte o alguna ejecución que terminaron el bogey y no debieron existir, pero pasaron. Igualmente armé la tarjeta redondeando una buena ronda inaugural y no estaba lejos de la punta. El segundo día fue en que mejor le pegué a la pelota, en el que más firme sentí mi juego; no obstante, no puedo olvidarme del error del hoyo 4 donde el enojo de ese doble bogey se prolongó a otro bogey; pero después hice tres birdies seguidos y acomodé todo. Entre los hoyos 8, 9 y 10 apareció el mejor momento pegando buenos tiros y embocando justo”.

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El repertorio del monarca admitió que en el tee del hoyo uno del Anual existían algunas dudas porque, “la realidad es que, al igual que yo, ya nadie practica de la manera e intensidad de antes. Es más, yo estaba con otro tema personal y en la previa sólo fui el viernes a tirar unas pelotas, en la semana entre las rondas no pude ni pisar la cancha. Este año ha sido más de jugar los fines de semana, siempre torneos, que practicar en la semana” confesó; aunque si estos terminan siendo los resultados, “no hay problema” admitió con una sonrisa.

Las dos vuelta finales le presentaron a Tróccoli el desafío o posibilidad de manejar las rondas según la exigencia de los rivales, de las sensaciones de momentos, de los números parciales o finales, como si se tratara de un match play, y hasta de una realidad que en ningún momento lo puso bajo exigencia extrema. “En la tercera ronda Gustavo Zubiri jugó muy bien, por lo que en algún parcial estábamos empatados, aunque terminé sacándole dos golpes. No pude jugar bien la ida del sábado con pérdida de pelota en el 8, pero me recuperé en la vuelta (segundos 9 hoyos), y el domingo fue 2+ y 2+, parejo”, analizó conforme.                

La cancha del Tres Arroyos Golf Club se presentó de una manera casi ideal e inmejorable. “Estuvo bien, sí, impecable. Las condiciones para jugar eran muy buenas, quizás los greens estuvieron un poquito pesados pero nada mal, como también cambiaron con los días al punto de quedar un poco más duros en la ronda final. El mantenimiento de la cancha quedó demostrado que es muy bueno”, añadió.

Pese a su juventud, Gastón es un jugador con mucha experiencia en este tipo de competencia, sus cinco títulos anuales anteriores más alguno con hándicap le permitieron manejar con solvencia cualquier situación. “En el momento que empecé a ponerme un poquito nervioso en la última vuelta, por no haber metido putter que eran para meter, pude recuperarme rápido lo que me permitió ampliar la ventaja y eso me llevó a manejar la ventaja y enfocar la estrategia en función de ello con tranquilidad. Los que venían peleando conmigo quizás no tuvieron la mejor vuelta” recordó, por lo que ese frente de problemas no existió ya que su escolta (Arie Groenenberg) terminó a 7 golpes.

¿Cómo vivió emocionalmente Gastón Tróccoli este torneo; como un gran desafío, como el máximo objetivo por ser el Anual?

“El Torneo del Club es el que más me gusta jugar; y por supuesto una gran alegría poder ganarlo por la historia que tiene. Por hándicap y juego, en la previa uno sabe que tiene chances de pelearlo, mi objetivo inicial era llegar al último día cerca de la punta. Así que ganarlo de la forma que se dio fue otra gran alegría” confesó un Tróccoli al que este título lo metió de lleno en el lote de los máximos campeones del club.

En la despedida, el monarca le agradeció “el interés de la familia que siempre está atrás de lo que uno hace, apoyando en todo, potenciando la expectativa y recibiendo con alegría este nuevo logro; el saludo a ellos, como también a los amigos que siempre están”, confesó.